Juan Sebastián Quintero, el actual y destacado futbolista del Deportivo Cali, compartió una experiencia profundamente conmovedora durante una reciente entrevista con el medio Colombia, donde reveló haber estado muy cerca de perder la vida. Durante esa conversación, recordó el aterrador ataque que sufrió en diciembre de 2018, cuando varios disparos impactaron su vehículo.
“Las balas estaban en el auto porque no estaba blindado”, expresó Quintero con una voz que reflejaba la gravedad de sus recuerdos. Este incidente se convirtió en un punto de inflexión en su vida, no solo en su carrera profesional como futbolista, sino también en su desarrollo personal y espiritual. Este momento de crisis lo llevó a replantearse muchas cosas en su trayectoria y su dedicación al deporte.
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Más adelante, Quintero finalizó el contrato con el Cali. A pesar de que su rendimiento individual en el campo era notable y admirable, reconoció que había aspectos de su comportamiento fuera del terreno de juego que causaban incomodidad tanto a compañeros como a entrenadores. Esto lo llevó a reflexionar sobre su actitud hacia el fútbol.
“Me faltaba compromiso, era inmaduro”, confesó con sinceridad. Esta introspección siguió a su viaje al extranjero, donde decidió unirse al fútbol brasileño en busca de un nuevo comienzo y nuevas oportunidades tras el ataque que lo marcó profundamente.
Tiempo después, una vecina de la residencia del equipo compartió un testimonio que tocó su corazón. Según esta mujer, Dios le había revelado en sueños que alguien iba a ser atacado. Le insistió al portero que mantuviera la puerta abierta y que se escondiera, una decisión que permitió que Quintero pudiera entrar rápido y salvar su vida en un momento crítico.
La comunidad se unió en unánime aceptación de que su salvación era obra de una intervención divina. “Empecé a llorar, entendí que Dios me protegió incluso cuando no lo merecía”, mencionó emocionado, recordando la experiencia que lo hizo sentir profundamente agradecido y consciente de la fragilidad de la vida.
Hoy, tras regresar al club que lo formó, Quintero comparte con orgullo que su vida ha cambiado drásticamente gracias a esta experiencia. Ha renovado su enfoque y compromiso hacia el deporte que tanto ama, aprendiendo a valorar cada momento no solo en el campo, sino también fuera de él.
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