Mientras el sol empezaba a ponerse sobre el Parque de los Novios y las delegaciones internacionales pasaban por el parque parque bolívar, Un grupo único de artistas samaritanos llamó la atención de todos. No son bailarines profesionales y no aparecen en carteles turísticos, pero su energía y amor por el folklore son suficientes para transmitir la alegría. caribe frente al mundo.
se trata del Asociación de Cuidadores y Personas con Discapacidad Intelectual y Múltiple Santa Marta (Asocuivida), Está integrado por personas con discapacidad intelectual y sus tutores quienes fueron invitados a participar en los eventos culturales del Festival. Cumbre CELAC-UE, que se llevará a cabo el próximo viernes en Santa Marta. Una oportunidad histórica que significa más que presentación, inclusión, visibilidad y orgullo.
«Nos sentimos bendecidos. Es la primera vez que se invita a personas discapacitadas a un evento de esta magnitud. Imagínese las emociones que sentimos», dice A.lix Sofía Duarte Barros, directora de la Asociación. Su voz expresa la felicidad de alguien que ha luchado por abrirle un espacio a una comunidad que rara vez es considerada.
Un grupo de una veintena de personas bailará ritmos típicos del Magdalena, como cumbia y guacherna, acompañados de tambores, maracas y cumbia. Su presentación dio la bienvenida a las delegaciones y abrió una ruta cultural que conecta dos parques principales en el centro histórico de Samaria, donde delegaciones de más de 60 países conocerán talentos locales.
«No se cansan. Estaban felices sabiendo que iban a bailar. No importa que no reciban nada material, solo la hidratación y la música ya se sienten recompensados», dice Duarte con una sonrisa.
Una oportunidad para hacerse notar
La participación del grupo folklórico no fue casualidad. Asocuivida gestiona desde hace meses espacios para que sus integrantes puedan presentarse en ferias, festivales y eventos institucionales. En esta ocasión, la cumbre CELAC-UE se convirtió en un excelente escaparate.
Grupo Asocuivida, compuesto por personas con discapacidad y sus cuidadores. Foto:Asocuilife
Además de la exposición cultural, seis miembros de la asociación también participan en la feria de emprendimiento organizada en el marco del evento. Ofrecen productos artesanales, telas, alimentos y artesanías realizadas por cuidadores y personas con discapacidad.
“Tenemos artesanas que hacen bolsos, jabones, postres, telas… Son mujeres que además de cuidar a sus hijos o familiares discapacitados, intentan salir adelante. Estarán allí de viernes a domingo demostrando su talento”, explica Duarte.
El espacio no sólo les permite generar ingresos, sino que también demuestra que la discapacidad no limita sus sueños y capacidades creativas.
La danza como terapia y esperanza.
La banda practica en una pequeña sala de ul. zona de el pandodonde todas las semanas se tocan tambores y acordeón como parte de la terapia. «Bailar mejora su estado de ánimo, coordinación y autoestima. Muchos de ellos tienen discapacidades cognitivas, pero cuando están en el escenario parecen transformarse. Conocen cada paso y lo disfrutan completamente», dice Duarte.
El folklore se convirtió en terapia y esperanza para estos artistas. Foto:Asocuilife
El director recuerda que algunos de los jóvenes tienen entre 16 y 22 años, y aunque su edad biológica aumenta, su inocencia siempre los mantiene en vilo. espíritu de los niños
«Están emocionados como si fuera la primera vez. Les decimos que actuarán frente a gente de muchos países y abren mucho los ojos, sonríen, se ajustan el vestuario. Para ellos es un sueño», añade.
La invitación del grupo Asocuivida a la cumbre internacional fue celebrada por la comunidad de Samaria, que considera su participación como un paso importante hacia la inclusión.
Cuando sonó el tambor, trajes coloridos comenzaron a girar en medio del público, que aplaudió ruidosamente a los veinte bailarines que demostraron que no hay barreras para el arte. “Estaban felices”, repite Alice Duarte. «Y con su danza quieren difundir esta felicidad por todo el mundo”.









