
Una de las grandes amenazas que enfrenta hoy la humanidad es sin duda Resistencia a los antibióticos¿Qué lleva a esto? Aparición de bacterias resistentes a todas las armas farmacológicas que tenemos. Esto obliga a la ciencia a buscar nuevos antibióticos y nuevas formas de “atacar” a una bacteria. Y ahora mismo parece que nos estamos acercando a ese gran hito con un nuevo antibiótico que ha estado oculto a plena vista.
El problema. Tener bacterias con las que no se puede competir es sin duda una sentencia de muerte para la persona que tiene la mala suerte de ser su huésped. Algo que responde a los mecanismos que estos microorganismos necesitan para evolucionar y desarrollar “tácticas” que les permitan evadir nuestros antibióticos. Una situación muy típica en un hospital, especialmente cuando una bacteria que ha estado expuesta al tratamiento pero sobrevivió se adapta a este entorno.
Eso es lo que hace la OMS. Clasificar la resistencia a los antimicrobianos como «una de las diez principales amenazas a la salud pública mundial». En otras palabras, nos estamos quedando sin antibióticos eficaces porque las bacterias evolucionan más rápido de lo que descubrimos nuevos fármacos. Y a eso se suma nuestra propia culpa, incontrolada o no. pautas de tratamiento completas adecuado.
Por eso es tan espectacular el descubrimiento que acaba de hacer un equipo de la Universidad de Warwick y la Universidad de Monash: he encontrado un “arma milagrosa” que estuvo oculta a plena vista durante 50 años.
El descubrimiento. Publicado en ello Revista de la Sociedad Química EstadounidenseEstamos hablando de un antibiótico que, en pruebas iniciales, ha demostrado ser hasta 100 veces más eficaz contra bacterias resistentes de alta prioridad que los fármacos existentes, como por ejemplo: temido Estafilococo aureus Resistente a meticilina (MRSA).
La molécula en cuestión se llama premetilenomicina-C lactona (compuesto 5), y ha llegado para intentar salvar a la humanidad de esta pandemia que vivimos actualmente. Pero lo más sorprendente es dónde lo encontraron: en Streptomyces coelicoloruna bacteria del suelo que literalmente “Organismo modelo» para la producción de antibióticos y que se ha estudiado incesantemente desde los años 50. Esto significa que teníamos una posible solución en mente y no la habíamos reconocido antes.
Esta bacteria produce un antibiótico muy conocido llamado metilenmicina A, que tiene baja potencia y no se utiliza clínicamente. Sin embargo, los científicos decidieron estudiar no sólo el producto final, sino también los pasos intermedios de su “línea de montaje” biológica. Aquí se descubrió que produce metilenmicina C, que tiene un efecto antimicrobiano mucho más fuerte.
Y ésta es una lección para la ciencia: siempre nos queda el resultado de las reacciones (es decir, el producto final). Sin embargo, ahora es importante analizar todo lo que pasa entre el primer sustrato y el producto final. Porque asistimos a cómo la metilenmicina A fue descubierta hace 50 años y uno de sus productos intermedios aún no se ha convertido en protagonista de esta lucha.
Como. Para lograrlo, el equipo utilizó ingeniería genética. Básicamente, «sabotearon» la cadena de producción de la bacteria creando una mutación que eliminó el gen. mmyE. Si falta esta piezaLas bacterias ya no pudieron completar el proceso y comenzaron a acumular los “pasos intermedios”. Algo similar cuando quitamos una de las cintas en una línea de producción y se acumula una versión intermedia de lo que hicimos.
Las pruebas. Cuando probaron la actividad de la nueva molécula, los resultados fueron sorprendentes. El compuesto 5 (lactona de premetilenmicina C) era “de uno a dos órdenes de magnitud más activo” (es decir, de 10 a 100 veces) que las metilenmicinas A y C (los productos finales). De esta manera, finalmente se pudo determinar que el resultado fue hasta 256 veces más potente que incluso algunos medicamentos. Algo que es revolucionario.
La gran esperanza. Ser poderoso está muy bien, pero la verdadera batalla es contra la resistencia. Esto significa que cuando las bacterias entran en contacto con este antibiótico, pueden hacer esto. Desarrollar un sistema para eliminar su efecto mortal. Y aquí hay buenas noticias, porque tras la acción de las bacterias E. faecium No se detectó resistencia al aumentar las concentraciones del nuevo antibiótico durante 28 días consecutivos, un método estándar para forzar la aparición de resistencias.
Una nueva forma de buscar. Hasta ahora se han ignorado los productos intermedios que surgen durante la producción de diversos medicamentos. Ahora este estudio pone fin a esta costumbre, porque ha quedado claro que identificar y probar los elementos intermedios de la biosíntesis puede conducir a una gran revolución.
Este nuevo tratamiento necesita ahora pasar pruebas preclínicas en animales para evaluar su seguridad, con el objetivo de pasar luego a pruebas en humanos y evaluar sus efectos secundarios.
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