La exposición, que se puede visitar en la Galería Beatriz Esguerra Arte, reúne obras de formato grande que, a través de figuras femeninas suspendidas, cortadas o fragmentadas, evocan tanto la historia del arte como un «presente presente presente convulsivo, donde los derechos civiles y la equidad de género» están amenazadas, según una declaración de los organizadores.
Inspirado en la obra ‘Violencia’ (1962) por Alejandro Obregón, el artista dibuja un paralelo entre el cuerpo femenino y el territorio, con retratos que, que se seccionan en el altura del horizonte, aluden tanto al paisaje como a las lesiones abiertas por un sistema patriarcal.
«El territorio es la tierra, y la tierra es femenina», dice Convers, quien construye una metáfora visual para la violencia estructural y lo que él llama «violencia invisible».
La exposición da continuidad a sus obras anteriores ‘Patrones de deshacer’ (2022) y ‘al borde de la feminicida’ (2024), en los que revisó su historia familiar y las raíces coloniales del machismo, respectivamente. Efusión