El reciente nombramiento de Germán Ávila como nuevo ministro de finanzas ha traído consigo la promesa de un nuevo proyecto de reforma fiscal. Esta iniciativa será presentada ante el Congreso de la República con el objetivo de asegurar la financiación del presupuesto del presente año. La llegada de Ávila al cargo, en un contexto de desafíos económicos, añade expectativas al proceso de reforma fiscal que se busca implementar.
En declaraciones al sistema de medios públicos de RTVC, Ávila destacó la necesidad de que el Congreso actúe con la misma responsabilidad que el gobierno frente a la realidad económica del país. “Presentaremos propuestas (…) y en esto exigimos que el Congreso sea, dice, tan responsable como el gobierno con el país y con la realidad económica en el país», afirmó. Esta llamada a la acción busca crear un consenso entre los poderes del Estado que permita abordar de manera efectiva los retos económicos que enfrenta la nación.
El ministro subrayó que los recursos generados a través de esta reforma fiscal serán críticos para invertir en proyectos vitales del gobierno nacional que hasta el momento no han podido implementarse debido a limitaciones presupuestarias. “Estos recursos deben servir para invertir en proyectos del gobierno nacional que no se han implementado debido a la falta de presupuesto”, enfatizó Ávila, poniendo de manifiesto la urgencia de la situación y la necesidad de apoyar el desarrollo del país a través de inversiones cruciales.
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El nuevo enfoque de la reforma implica identificar formas de obtener ingresos fiscales adicionales de ciertos sectores económicos, lo cual, según Ávila, es una posibilidad real en el contexto actual. “Consideraremos lograr ingresos fiscales adicionales con ciertos sectores económicos, lo que creemos que ahora es posible lograr mayores impuestos”, comentó. Esta estrategia podría jugar un papel fundamental en aliviar la presión fiscal sobre el gobierno y, al mismo tiempo, contribuir al financiamiento de los proyectos anhelados por la administración.
Sin embargo, es importante recordar que el Congreso de la República había negado el último proyecto de reforma fiscal, argumentando que el gobierno nacional cuenta con un alto presupuesto que aún no se ha implementado. Esta decisión plantea un escenario complicado para la nueva propuesta que está por venir. La resistencia encontrada en el ámbito legislativo podría dificultar la aceptación de nuevas medidas fiscales, a pesar de las justificaciones expuestas por el ministro Ávila y el gobierno.
Así, el nuevo ministro de finanzas se enfrenta al reto no solo de presentar un proyecto sólido que convenza a los miembros del Congreso, sino también de gestionar la comunicación y la relación con diferentes sectores económicos y sociales que puedan verse impactados por estas medidas. La dirección que tomen estas reformas fiscales será clave para el futuro económico de la nación y para la implementación efectiva del presupuesto gubernamental.