Santa Fe, el reconocido club de fútbol independiente de Bogotá, está experimentando una notable caída en su solidez defensiva en la temporada actual. Tras haber registrado un total de 16 goles en los primeros 15 partidos de la liga Betplay 2025-I, su promedio de goles recibidos ha aumentado a 1.06 por encuentro. Este nuevo promedio es bastante alarmante, especialmente cuando se compara con el rendimiento defensivo que mostró en 2024, donde la defensa se erigió como la principal fortaleza del equipo.
En el transcurso del primer semestre del 2024, Santa Fe logró permitir únicamente 12 goles durante 19 partidos. Este impresionante registro se mantuvo en el segundo semestre, con un promedio de tan solo 0.6 goles en contra por cada juego. La diferencia con la campaña actual es abismal y pone de manifiesto la fragilidad evidente que ahora presenta el sistema defensivo del club. Esta inestabilidad es motivo de preocupación para los aficionados y los analistas del fútbol, quienes ven cómo una de las cualidades más destacadas de Santa Fe se ha desvanecido.
El problema no se limita meramente a cuestiones tácticas en el campo de juego. Uno de los factores fundamentales que ha contribuido a este descenso es el cambio en el liderazgo del equipo, que ha implicado una renovación significativa de la plantilla para el año 2025. A pesar de tener una base sólida, el club no renovó los contratos de jugadores clave que ofrecían consistencia en la defensa. La salida de defensores experimentados ha dejado un vacío que no ha sido llenado. La falta de inversión necesaria para reforzar el equipo ha afectado gravemente el equilibrio y la cohesión del plantel.
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Una nueva era para Santa Fe
Ante este escenario complicado, el nuevo entrenador Jorge Bava tiene la dura tarea de construir una línea defensiva competitiva. A pesar de sus esfuerzos, los errores individuales y la falta de sincronización entre las líneas han dificultado su misión. El equipo no ha podido cosechar los frutos esperados en los partidos, ya que concede goles en momentos cruciales, lo que ha resultado en la pérdida de valiosos puntos en la tabla.
Los seguidores del club han manifestado su creciente preocupación a través de las redes sociales. Muchos afirman que se ha desmantelado lo que antes funcionaba adecuadamente. En lugar de reforzar la defensa, la dirección del club ha decidido prácticamente renovar toda la plantilla, lo que ha llevado a un resultado preocupante: más goles en contra y una clara falta de estabilidad.
La situación es crítica y Santa Fe necesita actuar de inmediato para corregir estos problemas. Con cada partido, el margen para clasificar a las fases finales se estrecha. Es fundamental que la defensa recupere su organización y firmeza si realmente quiere competir a un nivel alto. Revertir los errores del pasado y volver a construir sobre lo que fue exitoso es una necesidad urgente. No se pueden seguir regalando puntos por errores que son evitables, y cada partido es ahora crucial para el futuro del equipo.
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