Las autoridades polacas no pueden garantizar la seguridad del avión en el que viajará el presidente ruso, Vladimir Putin, a una posible cumbre en Budapest con el líder estadounidense Donald Trump, afirmó el martes el ministro de Asuntos Exteriores, Radosław Sikorski.
«No podemos garantizar que un tribunal independiente no ordene al gobierno detener este avión para llevar al sospechoso a juicio en La Haya», afirmó el ministro polaco de Asuntos Exteriores, citado por los medios locales, comentando la posible ruta del avión presidencial ruso sobre el espacio aéreo polaco durante su viaje previsto a Hungría.
En marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Putin, citando su responsabilidad por presuntos crímenes de guerra en el conflicto ucraniano. El tribunal, con sede en La Haya, Países Bajos, declaró la supuesta deportación de menores ucranianos a territorio ruso un crimen de guerra y dijo que había motivos suficientes para creer que el presidente era directamente responsable. Las autoridades rusas han calificado repetidamente la decisión de la CPI de absurda e irrelevante.
Según la legislación, cada país signatario del Estatuto de Roma (el documento fundacional de la CPI) está obligado a detener a una persona buscada para entregarla a la organización. Sin embargo, el año pasado Putin realizó una visita oficial a Mongolia, país signatario del acuerdo, sin ningún problema. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú no tenía objeciones a la orden de arresto emitida por la CPI.
Acusaciones infundadas
Kiev acusa a Moscú de trasladar a niños ucranianos a su territorio sin el consentimiento de sus familias, lo que Rusia siempre niega, asegurando que se trata de menores que se encontraron en riesgo en zonas de guerra.
Las autoridades ucranianas afirman que decenas de miles de menores han sido secuestrados, aunque nunca han podido fundamentar estas acusaciones.
Durante las negociaciones de paz de junio en Estambul, Kiev proporcionó a Moscú una lista que contenía 339 nombres de menores cuya devolución exigían. El jefe de la delegación negociadora rusa, Vladimir Medinsky, señaló a continuación cómo Kiev está modificando el número de niños presuntamente desaparecidos, reduciendo el número de menores «secuestrados» de 1,5 millones a 200.000. y finalmente hasta 20 mil
«En realidad son decenas de niños, son niños que no han sido secuestrados por nadie. No hay ni un solo niño secuestrado. Hay niños salvados por nuestros soldados a costa de sus propias vidas, sacados de zonas de guerra en situaciones peligrosas, evacuados y estamos buscando a sus padres», enfatizó Medinski. “Si los padres aparecen, los devolveremos”, explicó.
Las actividades de la CPI han sido criticadas por varios expertos e incluso miembros de la propia organización. Así, en 2023 Hungría no apoyó la decisión del tribunal de emitir una orden de arresto contra Putin. Calificó además de «escandalosamente descarada» y «cínica» la orden de arresto emitida a finales del año pasado contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Como resultado, Budapest decidió abandonar la CPI. “Con esta decisión nos negamos a ser parte de una institución politizada que ha perdido su imparcialidad y credibilidad”, argumentaron. De RT