Una mujer de 61 años que se dedicaba al pernatorio fue brutalmente atacada en su propia vivienda por su nieto, con quien convivía. Este desafortunado incidente ocurrió el 7 de mayo, cuando el fiscal general de la nación formalizó la acusación contra Juan David Díaz Arias, de 23 años, por un asesinato que ha dejado a la comunidad de Ibagué en un estado de profunda consternación.
El crimen tuvo lugar en la noche del pasado 4 de enero. Según las reconstrucciones judiciales, una disputa aparentemente trivial se transformó en una tragedia. La vida de la víctima, identificada como Luz Miriam Álvarez Padilla, se extinguió en un abrir y cerrar de ojos, dejando un vacío irreparable en su familia.
Escena del crimen
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Fue atacada con «algunas armas cortas»
De acuerdo con fuentes locales, Luz Miriam Álvarez Padilla intentó impedir que su nieto saliera de la casa, lo cual desató la ira del joven. Pocos minutos después, los desesperados gritos de ayuda alertaron a los vecinos del área, quienes intentaron entrar en el domicilio. Sin embargo, la puerta principal estaba cerrada y no pudieron brindar asistencia a tiempo.
Según un boletín de la Fiscalía General, se indicó que el joven utilizó «algunas armas cortas» en el ataque, las cuales probablemente eran unas tijeras. La abuela recibió múltiples heridas críticas y falleció en el acto, dejando a su familia devastada por esta tragedia sin precedentes.
El informe también señala que Díaz Arias se encontraba en un «estado de impotencia» durante el incidente, en el que se vio involucrada una mujer con la que convivía en el mismo hogar. Este contexto de violencia doméstica resalta la gravedad del suceso y sus implicaciones para la comunidad.
Luz Miriam Álvarez Padilla, de 61 años, era la abuela de la madre del asesinato.
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El joven intentó escapar del lugar a través del techo, pero su plan se vio frustrado cuando cayó en el patio de una casa vecina. La reacción rápida de la policía metropolitana de Ibagué fue crucial, y les permitió capturarlo en el acto. «La reacción oportuna permitió que no escapara, evitando así que se evadiera de la justicia», explicó el coronel Diego Muñoz, comandante de la policía en la ciudad.
El informe detalla que un hombre de 23 años intentó evadirse por el techo, pero su caída facilitó su captura en ese mismo momento. Con la acusación formal en su contra, el caso avanza hacia la etapa de prueba oral, en la que se espera que se esclarezcan todos los detalles de este horrendo crimen y se aplique el peso de la ley a quien cometió el delito.
El fiscal resumió la situación diciendo que «el agresor compartió la vivienda con su abuela y aprovechó un estado de impotencia en el que la atacó». La comunidad, todavía en shock, se enfrenta a la dura realidad de la violencia doméstica que puede arrebatar vidas en un instante.
En los próximos días, comenzará el proceso oral.
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Mientras tanto, el efecto de este caso resuena en la comunidad, que se siente profundamente afectada por una violencia que se presenta a menudo como un gris y miserable matiz de intolerancia.
La localidad sigue enviando mensajes de solidaridad y apoyo al entorno familiar, mientras las calles permanecen marcadas por la tragedia reciente.