

Si nos hubieran dicho hace 10 años que las casas tendrían precios tan disparatados que incluso los “turistas” abandonarían escandalizados sus dorados retiros en Baleares o Canarias, pocos lo habrían creído. Pero así son las cosas. En 2019, alguien hizo un cálculo sencillo: tiendas vacías y apartamentos caros dieron un resultado lógico. Lo que entonces era un experimento, vivir en locales comerciales, ahora se está convirtiendo en la norma en los ayuntamientos españoles.
Una nueva política de vivienda. Móstoles ha decidido Mira el sótano cerrado. como zona residencial urbana: un plan especial Flexibiliza el cambio de uso de suelos baldíos para integrarlos en el parque de viviendas, acorta los plazos de aprobación, reduce el ICIO, limita las prohibiciones sólo a ejes comerciales estratégicos y tiene un doble objetivo (crear más viviendas asequibles evitando al mismo tiempo el deterioro visual y funcional de las calles donde el comercio ha muerto).
No se trata de un caso aislado: el propio ayuntamiento está formulando la medida en un paquete mayor que el agregará miles de nuevas unidades sobre desarrollos urbanos, aunque el gesto crucial es que reconoce como legítimo y necesario un camino que hasta hace poco muchos gobiernos locales han excluido por temores regulatorios, reputacionales o políticos: el intercambio. comercio de vivienda moribundo eficaz y rápidamente sobre superficies ya construidas.
Vive en un solo lugar. La lógica con la que Móstoles ha hecho política estructural hoyya había aparecido una vez como respuesta táctica en comunidades bajo fuerte presión: Petrer (Alicante) reescribió su PGOU para aceptar el cambio de uso en zonas donde el comercio había desaparecido Ya se han convertido 42 habitaciones. en el lugar de residencia habitual y un control estricto para evitar la infravivienda.
La idea no surge en el centro político, sino en el borde donde la escasez se vive como una urgencia operativa. En estos lugares, la discusión de “si debería” fue reemplazada por “cómo hacerlo sin construir sótanos”, y el ayuntamiento actuó en el único nivel que controla: el planificador de la ciudad.
Canarias confirmó la deriva. En Arrecife, la oficina técnica concedió la aprobación este año 39 conversiones Aprovechando el Decreto Legislativo 1/2024, que acelera los cambios de uso si se garantiza la habitabilidad y la ventilación. El argumento reproduce el mismo razonamiento: retirar la oferta allí donde el comercio no regresará, reduciendo la presión de los alquileres y revitalizando al mismo tiempo las estructuras urbanas debilitadas.
Esto no es una vida “experimental”, sino una vida “experimental” vivienda legalmente consolidada bajo la norma acelerada: un anticipo de cómo el Estado y las Comunidades Autónomas parecen dispuestos a acortar los trámites si la prestación de vivienda se concede de forma inmediata.
Zaragoza ofrece masa crítica. Poco después, la capital aragonesa demostró que el fenómeno no era un fenómeno marginal: 177 casas aprobadas desde 2021, 36 licencias sólo en 2025, ampliación a distritos donde antes estaba prohibido, tras flexibilizar el PGOU y ajustar las condiciones técnicas mínimas de ruido, superficie y ventilación.
Lo que importa no es el volumen absoluto, sino el salto conceptual: se reconoce el cambio de uso como instrumento estable La política de vivienda se aplicó al inventario vacío y se correlacionó con la disminución del comercio físico. Además: el ayuntamiento no lo presenta como una excepción, sino como herramienta ordinaria Tratamiento del patrimonio construido en la ciudad consolidada.
Algo más que política. En última instancia, el éxito de todos estos cambios no depende de los discursos políticos, sino de Sigue reglas claras: que el PGOU lo permita, que los locales tengan dimensiones y altura suficientes, ventilación natural, aprobación del proyecto y licencias de construcción y primera ocupación, además de su inscripción.
Al estandarizar y acelerar estos pasos, lo que alguna vez fue excepcional se vuelve especial un procedimiento repetible. La diferencia entre ayuntamientos no radica en la ideología, sino en los roces: ¿cuánto tardan, qué exigen y en qué calles permiten o prohíben el cambio de uso?
El punto de inflexión. Si se quiere, el escenario 2025 ha seguido una línea más o menos lógica: ¿qué hay en él? Petrer lo intentó él mismoEn Riff aceleró y en zaragoza fue sistematizadohasta que finalmente Móstoles lo reconstruyó en apalancamiento estratégico con incentivos fiscales, prioridad administrativa y un deseo de escalar dentro de una agenda más amplia de producción de vivienda.
El hecho de que una gran comunidad urbana esté adoptando esta lógica significa que la transición ya no es sólo una especie de reparación periférica sino que se está convirtiendo en una política central. Oferta en suelo ya urbanizado. Al reabrir el debate sobre qué hacer con el mermado comercio en España, Móstoles obliga a otras comunidades a elegir: o aceptar la inercia de estos cientos de negocios muertos cicatriz urbanizar o convertir en viviendas para paliar la escasez de viviendas.
Por lo tanto, la cuestión ha cambiado: ya no se trata de si se debe hacer o no, sino de cómo se debe hacer, y ese es probablemente el verdadero cambio estructural que se está produciendo actualmente. parece estar extendiéndose en España.
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