Las tiendas de barrio se someten a una crisis, un fenómeno que se ha intensificado en los últimos meses y que se debe a diversos factores preocupantes. Entre ellos se encuentran la reducción de ventas, un aumento considerable en los costos operativos y el impacto de una dinámica de consumo cada vez más cambiantes. Un estudio reciente de Fenalco, realizado como parte de su innovador programa Fenaltiendas, revela aspectos alarmantes sobre la situación actual de estos pequeños comercios.
El análisis destaca que, en el último semestre de 2024, un preocupante 82% de las tiendas han informado una disminución o un estancamiento en sus ventas. Este dato contrasta significativamente con el hecho de que solamente un 17% experimentó un aumento en sus ingresos, lo que pone de relieve la precariedad de la situación para muchos emprendedores y tenderos.
“Los tenderos ven cómo sus ingresos se reducen drásticamente, influyendo no solo en sus empresas, sino también en la capacidad de mantener a miles de familias,” comentó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
Una de las áreas más afectadas en este contexto de crisis es el sector de «saludable» y las bebidas dulces y platos ultra procesados. Estas categorías se han visto impactadas por una fuerte presión en los precios. Según los datos del indicador de precios al consumidor (IPC), el precio de las golosinas ha aumentado un alarmante 53.48% en el último año, y es aún más preocupante notar que las gaseosas experimentaron un incremento del 3.27% en enero de 2025.
“Es una contradicción que el gobierno promueva una economía popular, pero al mismo tiempo imponga impuestos que afectan directamente a los pequeños compradores,”
Adicionalmente, la competencia en el sector se ha vuelto feroz, ya que las tiendas de barrio no solo tienen que enfrentarse a retos internos, sino que también deben competir con supermercados, vendedores ambulantes y grandes cadenas de distribución. A pesar de esta crisis, los comerciantes intentan adaptarse a la nueva realidad diversificando sus métodos de pago, aumentando así el uso de plataformas digitales como Nequi y Daviprata para atender las necesidades de los consumidores, aunque el uso informal o «confiable» ha caído en un 54%.
El informe de Fenalco también hace hincapié en que el 96% de estas empresas pertenecen a las capas socioeconómicas 1, 2 y 3, y que 64.7% de los propietarios son mujeres. Sin embargo, la formalización continúa siendo un obstáculo grande: el 60% de las tiendas no contribuyen a la seguridad social ni a las pensiones.
“Muchas tiendas no pueden aceptar estos costos adicionales, lo que las mantiene en la informalidad,”
Este preocupante panorama ha llevado a que el 30% de las tiendas estén pensando en cerrar su negocio. En medio de esta situación crítica, surgen cuestionamientos sobre la eficacia del rendimiento fiscal y la urgencia de implementar políticas que equilibren la carga tributaria con el apoyo real a la economía popular.