La semana empieza con lluvia en Galicia. Es sólo el comienzo de un cambio en el patrón general y lo notaremos. – Colombia informa

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Teníamos una tregua, pero ya lo sabíamos: la primera quincena de noviembre sería templada, con algunas lluvias y descensos puntuales de temperatura. Y en general así fue.

Ahora empezaron las cosas buenas.

Y «bueno» significa «lluvia» en este momento. En concreto, en estos momentos, una tormenta atlántica muy activa (que, si todo va según lo previsto, probablemente se llamará “Claudia”) está abriendo un corredor de vientos del sur traerá fuertes lluvias En el oeste peninsular se produce una advección cálida inusual para el mes de noviembre y un episodio de calima más que considerable.

Lo peor, sin embargo, serán las Islas Canarias.

¿Estamos ante la tercera tormenta con nombre de la temporada? Bueno, como dije, todo parece apuntar a que sí. Pero aún es pronto para darlo por hecho: el pico se producirá entre el miércoles y el jueves y continuará en forma de frentes en los próximos días.

Lo que sucederá es que la baja recibirá el “empujón” de un flujo cálido desde el sur que provocará el aumento de las temperaturas una corriente de polvo sahariano en el país.

¿Por qué es esto importante? En Galicia y Canarias es importante porque pueden caer casi 200 litros por metro cuadrado. Y en algunas áreas los problemas pueden ser enormes. Sin embargo, también es importante para el resto del país.

Y no sólo por los fuertes vientos y la lluvia puede afectar grandes áreas la mitad norte de la península. Sobre todo porque es un ejemplo del que será uno de los grandes retos de la meteorología en los próximos años: decidir qué es un problema.

¿Cuándo debería tener nombre una tormenta? Mientras hace unos días una tormenta de características subtropicales causaba problemas (muchos problemas) en Huelva y Sevilla, los meteorólogos debatían si esta tormenta debería haber sido bautizada. Al final, la lista oficial de tormentas con nombre busca mejorar la percepción y respuesta del público; y eso no es tan fácil como dar un nombre cuando las pistas cambian de naranja a rojo.

Lo que veremos estos días es algo relativamente común: bloques Omega, chorros ondulantes, trenes de tormentas y ríos atmosféricos. La única novedad es que crecerán, se harán más fuertes y lo harán poco a poco. Casi imperceptible.

Lo que sucederá esta semana es una advertencia para los navegantes: es un avance del futuro al que nos dirigimos.

Imagen | AEMET

En | La “tropicización” de la atmósfera cambiará España, y no para mejor

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