Independiente Santa Fe se encuentra atravesando una etapa complicada en la liga Betplay 2025-I. Desde la salida de Francisco López como director técnico, el rendimiento del equipo ha decaído considerablemente. A pesar de la llegada de Jorge Bava como nuevo entrenador, el club aún no ha logrado obtener una victoria en los encuentros disputados hasta la fecha. Esta situación ha generado un ambiente de preocupación creciente entre los aficionados, quienes ya han comenzado a expresar su descontento de manera activa.
En medio de este escenario de crisis, el presidente del club, Eduardo Méndez, se ha convertido en el blanco principal de las críticas. En el enfrentamiento contra el Atlético Bucaramanga, un seguidor identificado como Mario Camacho decidió llevar una bandera que llevaba el mensaje «fuera de Méndez». No obstante, el club tomó la decisión de prohibir la exhibición de esta bandera, alegando que su contenido incitaba al odio y a la violencia, lo que añade una capa más de tensión a la situación actual.
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En respuesta a esta intervención del club, el aficionado Mario Camacho decidió presentar una acción de tutela tanto contra Santa Fe como contra la Dimayor. Camacho argumentó que se había vulnerado su derecho a la libre expresión. Para su sorpresa, el fallo judicial fue favorable a su reclamo. En una conversación con Publimetro, Camacho comentó que no conocía las amenazas que supuestamente había recibido Méndez, pero se mantuvo firme en defender su derecho a protestar de manera pacífica, un principio fundamental en cualquier sociedad democrática.
La tutela emitida por la justicia establece que el club no tiene derecho a prohibir las manifestaciones pacíficas realizadas por aficionados o periodistas. Además, Santa Fe tiene la responsabilidad de garantizar la libre expresión dentro de los límites legales y siempre velando por la seguridad de los asistentes en el estadio, un aspecto que se retoma con importancia en este contexto.
Este incidente se suma a la crisis institucional que está viviendo el club cardenal, que no solo enfrenta problemas deportivos, sino también preocupaciones de carácter administrativo. A las dificultades en el desempeño del equipo se suma la rumores de una posible sanción por parte de FIFA, que podría impedir que el club firme nuevos jugadores durante los próximos tres periodos de transferencias.
El clima en Santa Fe continúa siendo tenso y volátil. Los aficionados están exigiendo cambios profundos en la estructura del club, mientras el equipo se esfuerza por mantener su lugar entre los ocho mejores de la liga. El enfrentamiento programado para este domingo contra Boyacá Chicó será crucial no solo para el presente del equipo, sino también para delinear su futuro inmediato en la competencia.
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