Los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen este miércoles en Bruselas para discutir nuevas medidas para proteger y responder a las recientes incursiones de drones rusos en el espacio aéreo europeo, que la alianza considera una provocación directa del Kremlin.
Las incursiones, que generaron preocupación en varias capitales europeas, fueron interpretadas por Moscú como una táctica de prueba para evaluar las capacidades de defensa de la OTAN. Si bien los sistemas de defensa actuales han respondido adecuadamente, la Alianza reconoce la necesidad de fortalecer sus activos.
«Hicimos aquello para lo que fuimos entrenados y funcionó. Pero necesitamos más».dijo esta semana el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, refiriéndose a la reciente respuesta coordinada a los dispositivos no tripulados.
En la cumbre, los aliados también evaluarán las posibilidades de aumentar el apoyo militar a Ucrania, especialmente en el ámbito de la defensa aérea y las capacidades anti-drones, en el contexto de una mayor intensificación de la ofensiva rusa utilizando tecnologías no convencionales.
La reunión se produce en un momento crítico para la seguridad europea, en el que la OTAN busca enviar una señal clara de unidad y disuasión ante cualquier intento de desestabilización por parte de Rusia.
