Almudena Grandes falleció en 2021 a la temprana edad de 61 años y, a lo largo de su carrera, se consolidó como una de las voces más representativas de una literatura que se centra en «las historias perdidas en los márgenes de la historia oficial», como lo expresó María José Gálvez, directora general del libro, cómic y lectura del Ministerio de Cultura de España, quien moderó este emotivo Tributo.
Gálvez también subrayó que Grandes «ha sido y es una referencia para generaciones de escritores que están aquí hoy», lo que evidencia la huella indeleble que ha dejado en el mundo literario.
La conversación titulada ‘In Memoriam’ contó con la participación de destacados escritores como Laura Restepo y Aroa Moreno, además de la directora del Instituto Cervantes y el viudo de la homenajeada, Luis García Montero. A través de sus intervenciones, exploraron diversos temas que caracterizaron la literatura de Almudena: la memoria, la alegría y la familia «elegida», aquella compuesta por amigos entrañables.
El poeta García Montero reflexionó sobre el concepto de alegría en relación con la obra de Almudena, mencionando: «Creo que la felicidad es una palabra grandilocuente, y la alegría está más apegada a la piel y, por lo tanto, a la literatura». Esta afirmación resonó con todos los presentes, ya que la alegría que Almudena compartió con sus amigos y lectores quedó reflejada en su escritura.
Almudena Grandes fue una figura clave en el fenómeno cultural conocido como ‘Movida Madrid’, un movimiento irreverente que emergió en Madrid durante la transición postfranquista. «Enfrentados a la moral represiva, el movimiento de Madrid quería ser vitalista y celebrar la felicidad, aunque reconocían que esta era un deseo difícil de alcanzar», recordó García Montero.
Con nostalgia, García Montero compartió: «Me convertí en Madrid para ella y ella se convirtió en Granada para mí». Este vínculo que compartieron entre estas dos ciudades es un testimonio de su profunda conexión personal y literaria. Almudena, tras su legado, se ha convertido en un nombre que adorna escuelas, bibliotecas, premios literarios, plazas, e incluso una estación de tren en Madrid.
Laura Restepo, escritora colombiana que cultivó una relación de amistad directa con Almudena, expresó: «Pocos escritores españoles han sido tan amados en América Latina» como ella. Esta afirmación resalta la admiración y el cariño que la autora despertó en el continente americano.
Aroa Moreno, quien tuvo la oportunidad de ser editora de su biografía, representó a todas las mujeres jóvenes que fueron influenciadas por Grandes en sus letras, las cuales eran «ocultas a los padres». Moreno recordó su juventud, considerando que «cuando tenía 15 años, pocos lectores como yo llegaban a los estantes de las novedades literarias». En este sentido, destacó cómo Almudena representaba a una mujer políticamente comprometida y se convirtió en un faro de inspiración para muchas.
«Ella era una referencia, no solo por influir en la forma de escribir, sino también por ayudarte a soñar con alcanzar metas», reflexionó Moreno. Almudena, con su generosidad, también apoyó a escritores emergentes, como Aroa, cuando publicó su primera novela, «Sabía los nombres de los escritores, nos tomó en cuenta».
El Pabellón de España en el Filbo, en calidad de invitado de honor, también llevará a cabo otros homenajes a grandes talentos literarios como Jorge Sempún. Además, rendirá homenaje a figuras que celebran su centenario de nacimiento en este año, como Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Josep Maria Llompart e Ignacio Aldecoa. Un verdadero efusión de la literatura española que continúa resonando en la actualidad.