El presidente Gustavo Petro apareció en un episodio ocupado en Asamblea General de la ONU El martes 23 de septiembre de 2025, cuando su crítica directa en relación con la administración de Donald Trump llevó a la representación de los Estados Unidos a retirarse de la vivienda en su totalidad.
Intervención controvertida desde el principio
Vestido con Guayaber, y no en una demanda formal, Petro comenzó su discurso con palabras severas hacia la política antisobilidad de los Estados Unidos y el reciente decerismo de Colombia en este asunto. Tan pronto como los delegados estadounidenses dejaron sus posiciones cinco minutos después de su discurso, en una escena grabada por la cámara de transmisión oficial.
Señales contra Trump
El presidente de Colombia dijo que la política exterior de Washington hacia América Latina influyó en los sectores de tráfico de drogas en Colombia. Incluso comparó a Trump con Adolf Hitler, describiéndolo como «irracional» e indicando que sus decisiones estaban empujando al planeta a destruir.
Petro recordó que se hicieron ataques históricos de cocaína en su país, pero su gobierno fue sancionado. «Reservaron a Colombia, a pesar de que alcanzamos el número más alto en asaltos», dijo. También sugirió que los ataques en el Caribe probablemente dejaron víctimas colombianas y pidieron una demanda internacional contra personas responsables, incluido el propio Trump.
Énfasis en las drogas, el clima y los derechos humanos
El presidente insistió en que su administración cambió la estrategia fallida de eliminación forzada y defiende el reemplazo voluntario de los cultivos ilegales. También aprovechó la oportunidad para hablar sobre la crisis climática, la migración y lo que llamó el modelo racista, que «cree en las razas superiores».
Además, condenó fuertemente el conflicto en Gaza, describiéndolo como un genocidio, en el que, dijo, la comunidad internacional fue cómplice de silencio. Allí, también acusó a Trump de una reacción.
Reacciones encontradas
Durante el auditorio, varias delegaciones se retiraron, la delegación colombiana, dirigida por el vicepresidente Francia Márquez, aplaudió al presidente. Un discurso que duró más de 40 minutos generó divisiones: para algunos sectores fue una intervención dura y honesta; Para otros, un gesto que puede empeorar aún más las relaciones con los Estados Unidos.