Paula Cabaleiro
Bogotá, 29 de abril (ef) .- El reconocido escritor español Javier Cercas ha llegado a la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo) y se ha convertido en uno de los protagonistas más destacados del evento gracias a su más reciente obra, «El loco de Dios al final del mundo». Este libro es el resultado de una experiencia única y reveladora: su acceso al corazón del Vaticano, motivado por la premisa de «Comprensión, sin juzgar».
En una declaración durante una entrevista con Efe, Cercas expresó su intención de acercarse a esta institución con una mentalidad abierta. “Mi objetivo era estar allí con los ojos limpios. No deseaba ni embellecer la imagen del Vaticano ni condenarlo; simplemente quería entenderlo”, relató. Esta filosofía refleja su enfoque hacia la escritura, donde cree firmemente que la labor del escritor es observar y narrar, evitando caer en la tentación de pontificar o imponer juicios.
Cabe mencionar que, a pesar de ser ateo, el autor fue seleccionado para tener un acceso sin precedentes a los sistemas internos de la Santa Sede. Durante un periodo de dos años, Cercas tuvo la oportunidad de convivir con altos prelados, viajar en el avión papal y explorar los rincones más íntimos del estado del Vaticano. Esta experiencia ha dado lugar a un trabajo literario que ha capturado la atención del público y se ha transformado en un fenómeno editorial en Italia, España y América Latina.
En su paso por la Filbo, Cercas también aprovechó para comentar sobre la idea de representación en la literatura y rechazó cualquier noción de que su voz pudiese representar a algo o a alguien más que a sí mismo. “No me considero un representante de nadie. Los escritores sólo nos representan a nosotros mismos, ya es suficiente”, confesó con sinceridad. Dentro de esta apertura hacia la narrativa, también expresó su agradecimiento hacia Colombia, un país que “ha tratado a los escritores con una generosidad extraordinaria”.
García Márquez y su primer viaje a Colombia
Durante su conversación en Filbo, Cercas evocó su vínculo personal con el gran Gabriel García Márquez, un autor que abrió las puertas de Colombia para él hace casi dos décadas. Recordó con afecto: “La primera vez que visité Colombia fue gracias a Gabo. Comimos juntos en Barcelona y me invitó a Cartagena de Indias para un festival en 2005”. Esta primera reunión dejó en Cercas una profunda impresión, no sólo por la calidez del Nobel colombiano, sino también por su inteligencia brillante.
“La gente verdaderamente inteligente sabe escuchar”, afirmó, mientras rememoraba cómo García Márquez compartió confidencias sobre su decisión de no publicar más libros, revelando: “Me dijo que a su edad podía engañar a todos menos a sí mismo”. Este comentario refleja el pensamiento íntimo del escritor colombiano, que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1982, quien dijo: “Puedo escribir libros que sé que serán bien recibidos y se venderán, pero ya he dicho todo lo que tenía que decir”. La memoria de Gabo estuvo presente en las reflexiones de Cercas durante su participación en Filbo, en un país que considera «el centro vivo del idioma español».
Desde la publicación de ‘Soldados de Salamina’ en 2001, Cercas se ha consolidado como una de las figuras más destacadas de la literatura española, con un estilo que a menudo califica como “novelas sin ficción”, una descripción que se aplica a muchos de sus escritos.
Apuestas en el próximo cónclave
La fallecimiento del Papa Francisco, un tema que adquiere relevancia en ‘El loco de Dios al final del mundo’, ha reavivado la especulación sobre el futuro de la actitud de la Iglesia Católica. Cercas, quien durante su profunda inmersión en el Vaticano mantuvo conversaciones con figuras clave del aparato eclesiástico, advierte que, aunque se anticipan cambios, no habrá un «giro radical».
El autor señala que “el 79 % de los cardenales que votarán en el próximo cónclave fueron designados por Francisco, lo que complicará cualquier transformación significativa”. Según él, el camino más probable es “una continuidad atenuada” de las reformas promovidas por el pontífice argentino, quien ha trasladado el enfoque de la iglesia hacia América Latina y África.
Cercas también reflexionó sobre la percepción del Vaticano, indicando que sigue siendo visto como un lugar lleno de prejuicios por muchos, pero que al acercarse con una mente abierta, se descubre un mundo mucho más complejo, normal y, a la vez, peculiar de lo que el cine suele mostrar. Con ‘El loco de Dios al final del mundo’, Cercas no solo ha creado una de sus obras más íntimas, sino que también ha extendido una invitación al lector: abandonar los juicios rápidos y adoptar una postura de comprensión.
