

Tener tu propio apartamento fue uno de los mejores regalos que la vida dio Carmen Judith Peña OliverosDespués de un lugar cargado de familia ValledUco, donde Sus hijos la engañaron, la abandonaron y dejaron su deuda y emocionalmente devastada.
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Tomó una decisión difícil Deja a tu hija Sara para cuidar a su abuela de su madre y llevar a su segundo hijoAngel David, que apenas tenía la intención de regresar un año a Guaviare, con corazones hechos, pero convencido de que esta era la única forma de hacer a su familia, con la promesa de oportunidades de trabajoLes
Carmen Judith Peña Oliveros y su hijo Angel David. Foto:Meta
Con solo 33 años Carmen Judith llegó a la zona rural cuyo nombre prefiere no recordar, porque en realidad era, tal vez más cruel de lo que se fue.
Estaba aislado, limitado, sin comunicación con sus seres queridos y bajo el control del grupo armado fuera de la leyViviendo en constante miedo. El comandante del grupo impuso una orden de no abandonar el área durante al menos un año y permanentemente, La presionó para que se uniera a sus filas.
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Él siempre se negó y durante su estadía en esta área lejos del guaviático durante unos dos años, Sufrió un bombardeo que las fuerzas públicas emitieron este grupo armado ilegalquien a su vez realizó asesinatos y juicios sin ley.
Cansado de la vida con miedo y consciente de que la vida y la vida de su hijo están en peligro, Carmen Judith decidió escapar todas las noches, con su hijo en sus brazos.
Carmen Judith Peña Oliveros y su hijo Angel David. Foto:Meta
Habló con Canoa, trepó a Barrancos, se escondió en la jungla y el hambre, viajó por la noche y escondiéndose durante el día. Su viaje duró cinco días y cinco nochesMientras finalmente lograra llegar a San José del Guaviare, donde sintió el aliento de libertad y paz.
Dos años después del viaje a través de Guaviare, dirigió Finalmente encontró un refugio en el pueblo de El Rosario de Acacías, en la línea de meta. Allí se conoció nuevamente con su hija Sara, que tiene 18 años hoy y vive en compañía de su hijo Angel David, de 15 años.
Los tres comenzaron a reconstruir sus vidas. Carmen Judith trabaja, diciendo que Casas, su hija se preparó como asistente de odontología y su hijo estudió en la escuela. Hace solo seis meses le dieron un piso en el equipo de Torres de la Morena en AcacíasLo que le permitió dejar pagos de arrendamiento y asegurar el techo para ella y sus hijos.
Ella fue víctima de conflicto armado. Foto:Tony Karumba / AFP
Al lado de Carmen Judith, 118 familias han recibido sus apartamentos y acaban de recibir sus acciones. Hoy, estas familias modestas tienen un techo y ya no se sienten angustiados por el pago de un contrato de arrendamiento o legalización de sus hogares. «Ya hay 1.400 familias a las que se otorga su título de bienes raíces en la sección»dijo el gobernador de Meta, Rafael Cortés.
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La historia de Carmen Judith no solo se aplica a una mujer abandonada por su esposo y víctima del conflicto armado interno; Es una madre que superó el miedo, el dolor y la injusticia con coraje, fe y amor incondicional.
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Reforma laboral Foto:Tiempo