Holmann, quien también tuvo el honor de aceptar en marzo pasado el prestigioso premio del rey de España en el ámbito del periodismo en medios de comunicación iberoamericanos en representación del periódico, celebró esta distinción como una «gran y buena sorpresa» en medio de los desafíos que actualmente enfrenta el medio de comunicación. «Esta es una luz de esperanza en medio de tantas situaciones incómodas que estamos navegando estos días», dijo el gerente de La Prensa.
Continuando con su reflexión, Holmann afirmó: «Es un reconocimiento de la resiliencia no solo de nosotros, sino de cualquiera que, pese a las adversidades, a los golpes y a la persecución, sigue haciendo periodismo». Se trata de un testimonio del espíritu indomable de todos aquellos que, a pesar de las circunstancias, se dedican a proporcionar información crítica y necesaria para la ciudadanía.
La Prensa, el periódico más antiguo de Nicaragua, fue establecido el 2 de marzo de 1926 y a lo largo de casi un siglo ha mantenido una sólida reputación tanto en el país como en la región. No obstante, tras la expropiación de sus activos por parte del Gobierno de Nicaragua, que incluye el despojo de su edificio en Managua y la persecución de su personal, hoy en día La Prensa solo se publica de manera digital. Este cambio ha sido un testimonio más de la lucha por la libertad de expresión.
Juan Lorenzo Holmann no es solo un director de periódico; su historia personal ha sido marcada por la adversidad. Fue sentenciado a una pena de 9 años de prisión bajo el cargo de «lavado de dinero», pero posteriormente logró ser liberado y enviado a los Estados Unidos junto con otros 221 prisioneros políticos. Sin embargo, su situación se complicó al ser desnacionado en febrero de 2023, lo que plantea preguntas sobre su futuro y el de La Prensa.
A pesar de estar exiliado en Washington, Holmann ha continuado liderando un equipo que se ha adaptado, distribuyéndose entre los Estados Unidos y Costa Rica. El equipo ha pasado de contar con 400 empleados en 2018 a mantenerse a flote gracias al esfuerzo y la dedicación de tan solo cincuenta personas. Este esfuerzo es un claro indicador del compromiso continuo de La Prensa con la verdad y la libertad de prensa.
El premio de la UNESCO fue creado en 1997 en honor al periodista colombiano Guillermo Cano, quien fue asesinado en Bogotá por orden del narcotraficante Pablo Escobar frente a las oficinas del periódico El Espectador en 1986. Este galardón rinde homenaje a una contribución excepcional a la defensa y promoción de la libertad de prensa en cualquier parte del mundo, y destaca la importancia de seguir luchando por esta causa vital.
