

Por: Writing Axis 21
San José, Costa Rica – 22 de junio de 2025. Manizaleño Chef Jorge Jiménez Londoño, mejor conocido como George de la hermosaha dejado el nombre de Colombia en la semana de gastronomía sostenible y propósito, celebrada del 16 al 21 de junio en San José, Costa Rica. Con una mezcla de orgullo, sabiduría ancestral y una estética profundamente sensible, George se convirtió en uno de los protagonistas más aplaudidos del evento, que reunió a los referentes latinoamericanos comprometidos con una cocina transformadora y respetuosa del medio ambiente.
George no llegó con platos comunes. Llegó con una filosofía, con una ofrenda. De tu restaurante La hermosa cocina inusualUbicado en Manizales, ha construido una historia culinaria que embellece, regenera y educa. Y eso fue precisamente lo que llevó a Costa Rica: una cocina que se resiste y florece. «La cocina se convierte en una herramienta poderosa: no solo para alimentar, sino recordar, transformar, regenerar y resistir», dijo durante uno de los foros académicos.
Sabores con raíces y alas
En el caso, organizada por la Asociación Costa de Costa Rica y Turismo sostenible, Gastronomía esencial y Fundecooperation, George presentó dos joyas gastronómicas de contenido simbólico profundo: el Caigua relleno y el Archivo de arriero.
La Caigua, también conocida como Achocha o Kaywa, es un fruto milenario de los Andes, cultivado por más de tres mil años. George lo interpretó como un vehículo de sostenibilidad y creatividad: crece sin agotar la tierra, tiene un sabor neutro y es ideal para creaciones versátiles. Su presentación en el evento fue una muestra de respeto por lo ancestral y al mismo tiempo un compromiso con el contemporáneo.
Él Archivo de arrieroPor su parte, era una verdadera declaración de identidad. Envuelto en hojas de plátano y atado con Cabuya, este plato típico del paisaje cultural del café se exaltó como un ejemplo de cocina portátil, resistente y profundamente ecológica. «El archivo es una cocina inteligente, que viaja con el Muleteer, el trabajador o incluso el Unicornio», dijo George con una sonrisa, siempre con ese tono poético que lo caracteriza.
Lo hermoso: más que un restaurante, una visión
La participación de George no se limitó a la cocina. Fue una parte activa de los laboratorios gastronómicos, foros académicos y una cena de gala sostenible en el hotel Hyatt Centric en Escazú, donde sus platos fueron los protagonistas del cierre del evento.
Con cada intervención, dejó en claro que Beautiful no es solo un restaurante: es un acto de fe en la posibilidad de un mundo mejor desde la cocina. «Trajo dos platos que no son simplemente recetas, sino gestos sostenibles, sabiduría de sabiduría y semillas que resisten. Son actos de reconciliación entre lo ancestral y lo contemporáneo», dijo durante su presentación central.
Manizales se internacionaliza a bajo calor
La presencia de George en esta cumbre latinoamericana también es parte de un propósito importante: internacionaliza la cocina y posición de Manizaleña Manizales como ciudad creativa y sostenible. «La internacionalización de Manizales a través de la gastronomía es esencial. No solo compartimos platos, compartimos una filosofía de sostenibilidad y creatividad que puede tener un impacto global», dijo el chef.
La visión de Jiménez está alineada con el proceso que vive su ciudad natal para ingresar a la red de ciudades creativas de la UNESCO, desde el corazón del paisaje cultural del café. Una cocina que se encarga del origen, respeta el medio ambiente y se excita del alma más profunda.
Un cierre con emoción, memoria y belleza
El evento culminó con una cena de gala donde Caigua y el Arriero Felre cerraron la cortina con la dignidad de los grandes clásicos. Y George, como lo ha hecho desde su cocina en Manizales, nos recordó nuevamente que las estufas también pueden ser altares.
«Siempre he soñado con una cocina que adorna, transforma y se mantiene. Poco a poco, la estamos logrando», dijo, con la emoción de quién cocina no solo con la técnica, sino también con el corazón.
Y así, George de la Beautiful no solo representó a Colombia: la honró. Porque cuando un plato se convierte en un poema, el chef se convierte en embajador en el alma de su tierra.