Fernando Aramburu: «La narrativa es un ejercicio de redacción ciega que conquista la mente»

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Ovidio Castro Medina

Bogotá, 10 de mayo (ef) .- El reconocido escritor español Fernando Aramburu comparte su perspectiva sobre la historia y su relación intrínseca con la escritura en una reciente entrevista. Según Aramburu, la historia es un proceso de escritura que él considera «ciego», lo que le permite un alto grado de «improvisación». Además, el autor valora positivamente la creciente participación de mujeres en el ámbito literario, destacando su calidad y juventud como elementos enriquecedores para la narrativa contemporánea.

“La historia es para mí una escritura fundamentalmente ciega, es decir, no las diseño, no planeo; me reservo esta alegría de la falsa improvisación, porque en realidad la historia ya se estaba formando y luego la conversión entra en texto,” expresa Aramburu. Estas palabras revelan su filosofía creativa y el enfoque casi instintivo que adopta al momento de dar vida a sus obras. En el contexto de su reciente producción literaria, Aramburu ha presentado su trabajo ‘Hombre caído’ (planeta) durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), donde explora la complejidad de la naturaleza humana a través de 14 relatos que abordan temas profundos, como la soledad de los malentendidos, rivalidades eternas, la dura cotidianidad que enfrentan los vecinos, y las múltiples dimensiones de los conflictos de pareja, entre otros.

El autor de ‘Patria’ (2016), una obra aclamada que ha sido traducida a 35 idiomas y adaptada en forma de serie de televisión, se siente conectado con el proceso creativo. Afirma que la historia, en su esencia, encierra algo «muy similar a la improvisación», apuntando que en numerosas ocasiones se encuentra sorprendido por el resultado de su trabajo, el cual no había anticipado. Así, Aramburu plantea que para él, «las historias son principalmente escritos intuitivos,” un enfoque que se aleja de la rigidez y la excesiva planeación previa.

“De alguna manera siento que traiciono si empiezo a racionalizar mis historias. Y, sobre todo, es como chistes, que si uno los explica los destruye, y explicar una historia también la rompe,” añade con determinación. En este sentido, Aramburu se define como un creador que vive a través de sus historias, una dualidad que lo envuelve y que plasma en su proceso de escritura.

Dos en uno

El autor de ‘The Fish of Bitterness’ (2006) sostiene que la escritura es un viaje que lo consume por completo, describiendo cómo se siente como si fueran «dos personas en un ejercicio muy intenso». “Cuando escribo historias no solo escribo, sino que vivo el modo de la historia. Digo vivo porque escribo las 24 horas del día,” asegura Aramburu. Esta dedicación total se traduce en un flujo constante de ideas y narrativas que, aunque no necesariamente están plasmadas en papel todo el tiempo, habitan en su mente de manera constante, enriqueciendo su universo literario.

“Cualquier cosa que me pase a mí o que pase a mi alrededor es probable que genere algún beneficio para lo que estoy haciendo. Entonces, la historia me acompaña,” reflexiona el autor, dejando en claro que su cotidiano es una fuente inagotable de inspiración.

Finalmente, Aramburu concluye que a veces se ve en la obligación de escribir historias porque no puede evitarlo, diciendo que “colonizan el cerebro de tal manera” que se convierten en una parte inseparable de su existencia.

Tiempo talentoso

A pesar de haber residido en Alemania durante más de 40 años, Fernando Aramburu se mantiene profundamente conectado con su país de origen, España. Gracias a las maravillas de la tecnología, sigue muy de cerca lo que acontece en su patria en diversos ámbitos. “Encuentro que en España hay talento, hay una incorporación masiva muy positiva, en mi opinión, de la literatura escrita por mujeres. Creo que este es un hecho característico de nuestra época y parece muy positivo”, afirma convencido, resaltando la importancia de este fenómeno.

En este contexto, Aramburu menciona que podría fácilmente enumerar a 15 o 20 autores, tanto hombres como mujeres, a quienes ha leído con entusiasmo. Sin embargo, reconoce la dificultad de mantenerse completamente actualizado debido a la vasta cantidad de literatura que consume. “En mi caso, además, porque también leo en alemán y en otros idiomas y me gusta releer y no perder de vista los clásicos,” destaca.

Con un énfasis especial, hace hincapié en que espera que la notable presencia de escritoras en el ámbito literario no sea un simple pasatiempo pasajero, sino que sea un signo de verdadera igualdad de oportunidades. “Entonces es razonable pensar que hay una contribución de mujeres notables, grandes y muy talentosas,” concluye Aramburu, quien confiesa haber deseado tener el talento musical para componer o tocar instrumentos como el piano o la trompeta, pero que en su ausencia se siente plenamente satisfecho contribuyendo con su pluma a la literatura.

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