

En España, la tradición de la siesta es desde hace mucho tiempo un hábito cultural. Sin embargo, hoy la ciencia afirma que es un recurso valioso para combatir la fatiga mental y emocional.
Varios estudios Demuestre que una siesta bien planificada no sólo le ayuda a recargar energías, sino también mejora las funciones cognitivas y el estado de ánimo, que es particularmente útil en momentos en que el estrés y la fatiga son comunes. Por tanto, la siesta es una estrategia eficaz para mantener Mente activa y equilibrada durante todo el día..
Un reinicio mental llamado siesta
La importancia de la siesta radica en su capacidad para refrescar el cerebro y el cuerpo y permitir a las personas afrontar sus tareas diarias con mejor humor y concentración, según destaca un estudio de la Universidad de Coruña.
A Sueño de calidad Aumenta la energía, la atención y la relajación después del descanso. Mejora la concentración, la memoria y el pensamiento lógico, favoreciendo un mejor rendimiento en actividades que requieren atención y rapidez mental. Aparte de eso, ayuda a estabilizar el estado de ánimoreduce la impulsividad y facilita afrontar con calma las tareas frustrantes que suelen surgir durante el día.
La evidencia científica sugiere que incluso las siestas muy cortas, de sólo seis minutos, pueden ser eficaces para mejorar el sueño. Procesando ideasmientras que las siestas más largas ayudan a consolidar los recuerdos a largo plazo.
Para que la siesta sea efectiva debe tener la duración ideal entre 15 y 30 minutostiempo suficiente para que el cerebro recupere su capacidad, pero sin entrar en fases de sueño profundo que podrían provocar somnolencia al despertar. Asimismo, el mejor momento para tomar una siesta es entre las 14:00 y las 14:00 horas. y 5:00 p.m. y las 15.00 horas, horario que coincide con un descenso natural de energía a lo largo del día.
Si la siesta se prolonga demasiado o se produce después de las tres de la tarde, puede afectar negativamente al sueño nocturno y provocar insomnio o un fenómeno llamado «Inercia del sueño«, que consiste en una sensación de somnolencia y dificultad para reactivarse después de un período de descanso.
Además, si se toman siestas frecuentes y largas sin una mejora notable en el rendimiento al despertar, esto podría ser un indicio de un trastorno del sueño subyacente que debe ser evaluado por un profesional.
La siesta es un descanso, no un reemplazo
Es importante aclarar que la siesta vespertina en ningún caso debe sustituir el sueño de entre siete y nueve horas nocturnas, ya que el descanso nocturno es fundamental para mantener un buen estado de salud general y una recuperación eficiente, la cual sólo se logra cuando el cerebro lo logra. ciertas fases del sueño.
«Dormir bien significa mucho más que el tiempo que pasas en la cama. El primero es el número de horas que duermes. El segundo es la calidad del sueño: un sueño reparador e ininterrumpido. El último es un horario de sueño regular». asegurado Dra. Marishka Brown, experta en sueño de los Institutos Nacionales de Salud (NIH)
No todas las personas experimentan los mismos beneficios de una siesta. Los efectos pueden variar dependiendo de factores individuales como el estilo de vida y la salud.
Si depende demasiado de las siestas largas para compensar la fatiga, podría ser un síntoma de problemas de salud que requieren atención médica. De hecho, algunos estudios sugieren que son necesarias siestas más largas ellos se asocian En determinados casos de problemas metabólicos como la obesidad no se ha confirmado una relación causal directa, pero influyen otros factores relacionados con el estilo de vida.
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