

Por: Editorial EJE 21
Bogotá, 3 de noviembre de 2025. El cambio climático ya no es un problema ambiental: es una emergencia sanitaria global. Cada año, el calor extremo causado por el calentamiento global cobra la vida de más de medio millón de personas, según el informe. Cuenta atrás de Lancet 2024un estudio internacional que analiza la relación entre la crisis climática y la salud humana.
El documento advierte que las muertes relacionadas con las altas temperaturas han aumentado un 23% desde los años 90, y que el fenómeno está afectando desproporcionadamente a las regiones más vulnerables del planeta. Lo que antes era una predicción se ha convertido en una realidad estadística: 1.500 personas mueren cada día a causa del calor.
Una amenaza silenciosa que avanza sin freno
El calentamiento global no sólo se traduce en temperaturas insoportables. También multiplica los riesgos de enfermedades cardiovasculares, deshidratación, insolación, inseguridad alimentaria y desplazamiento humano. Las olas térmicas prolongadas, los incendios forestales y las tormentas extremas están remodelando el mapa de riesgo climático global.
Los científicos de Cuenta regresiva de lanceta son crudas: el aumento de los fenómenos climáticos extremos y la falta de medidas de mitigación efectivas están generando una crisis de salud pública global. “El retroceso político en materia de clima y salud amenaza con condenar a millones de personas a un futuro de enfermedades, desastres y muertes prematuras”, advierte el informe.
Más dinero para el problema que para la solución
A pesar de las advertencias científicas, las políticas gubernamentales continúan avanzando en la dirección opuesta. La quema de combustibles fósiles, la principal causa del calentamiento global, no se ha reducido. Por el contrario, la crisis energética global ha alimentado una nueva ola de subsidios: casi un billón de dólares en ayuda pública para petróleo, gas y carbón durante el último año.
Mientras tanto, las inversiones en energía limpia e infraestructura de adaptación siguen siendo insuficientes. El resultado: cada año desde 2015 ha sido el más cálido de la historia y ya se ha superado el umbral de 1,5 grados de aumento promedio global.
Fenómenos extremos: la nueva cara del cambio climático
El impacto humano del calentamiento se refleja en todos los rincones del planeta. Huracanes más violentos, sequías prolongadas, incendios incontrolables, malas cosechas y desplazamientos masivos son hoy síntomas visibles de una Tierra desestabilizada. Las regiones tropicales y las zonas urbanas densamente pobladas son las más afectadas, con una combinación letal de calor, contaminación y escasez de agua.
Los daños económicos son inmensos: miles de millones de dólares en pérdidas anuales por desastres naturales que empeoran con cada año de inacción. Pero el coste más alto no se mide en dinero, sino en vidas humanas.
el tiempo se acaba
Hace una década, el Acuerdo de París fijó objetivos ambiciosos: limitar el aumento de la temperatura global y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy, estos compromisos parecen desvanecerse ante los intereses políticos y económicos que están frenando la transición energética.
La comunidad científica coincide: negar el cambio climático es suicida; ignóralo también. La humanidad todavía tiene una ventana de acción, pero es cada vez más estrecha. Con la próxima COP30 en Brasil, el mensaje de los expertos es claro:
Sin medidas urgentes, el futuro será más caluroso, más desigual y, sobre todo, más mortífero.











