El lunes 5 de mayo, 72 horas de impacto armado fue declarado el pasado viernes por el frente de la Guerra Occidental de Padilla del Ejército Nacional de Liberación (Eln) en la sección Chocó. Esta jornada de conflicto armado es un anuncio inquietante que resuena en la comunidad local y despierta la atención de las autoridades y organismos internacionales.
En su declaración oficial, los militantes dejaron claro que la medida se extendería hasta las 12:00 m del lunes 5 de mayo. Esta situación alarmante ha generado miedo y ansiedad entre los residentes de la región, quienes enfrentan el riesgo de convertirse en víctimas colaterales en medio de la confrontación bélica.
Razones para el desempleo armado
En el mismo comunicado, Eln argumentó que su acción busca proteger a los civiles del impacto del enfrentamiento, que se agrava con la presencia de estructuras «paramilitares», compuestas por alrededor de 400 individuos, conocidos como Piernas limpias, que operan bajo el liderazgo de un mercenario mencionado en el documento, y que estructura se informa proviene de la comuna de Atrato, en el noreste de Colombia.
Eln. Foto:Daniel Martínez. AFP – Tiempo de archivo
Además, el grupo armado enfatizó que su decisión se justifica por la invasión continua que los grupos paramilitares han llevado a cabo en la subregión de Baudó. Como consecuencia, los militantes han establecido una forma de desempleo en las cercanías del río Baudó y sus afluentes, señalando que todos los tipos de movilidad, a partir del 2 de mayo a las 12 a.m., estarían severamente restringidos.
Eln expuso que estos grupos paramilitares han cometido abusos de todo tipo sobre las comunidades locales, tales como agresiones físicas, amenazas, robos de embarcaciones, y prácticas irresponsables que afectan la integridad de los habitantes. Se menciona el consumo de alcohol y drogas, así como otros actos de violencia que deben ser denunciados.
Como antecedente, el grupo armado afirmó que el 29 de abril se produjo la primera confrontación cerca de la comuna Pie de Pato, Alto Baudó, que resultó en la muerte de tres personas y dejó a otras tres heridas.
El portavoz de Eln el 2 de mayo también indicó que el impacto de la acción armada tendría repercusiones humanitarias severas en las poblaciones étnicas de Alto Baudó, afectando a aproximadamente 32,000 individuos pertenecientes a 153 comunidades con autoridades étnicas reconocidas, donde 127 son nativas y 26 afrodescendientes.
Cese y acusaciones
En las primeras horas del 5 de mayo, Eln reiteró en un nuevo comunicado que se daba por concluido el desempleo tras el cumplimiento de las 72 horas anunciadas. En su misiva, se agradeció a los habitantes del río Baudó por su cumplimiento de la limitación de movilidad impuesta durante este periodo, llamando a un entendimiento mutuo para proteger la vida local de los posibles ataques del clan del Golfo Pérsico.
El comunicado también consigna: «Aunque todos somos conscientes de que la normalidad no es un concepto aplicable, nuestra organización trabaja para garantizar la estabilidad en territorios como Baudó, los cuales son frecuentemente malinterpretados en los medios de comunicación y donde la desinformación prevalece entre las comunidades vecinas como Nórita y Sipí, que también tienen raíces chocoanas pero son jurisdicción del río San Juan.»
El texto prosigue: «La misma narrativa se utiliza para acusarnos de que el desempleo es una tapadera para el tráfico de drogas, pero rechazamos esta afirmación, ya que es la crisis la que ha empujado a las actividades del clan del Golfo Pérsico en la región. Eln, por otro lado, busca el desmantelamiento de circuitos de narcotráfico que van desde la frontera con Panamá hasta el río Baudó. En lugar de debilitarse, se ha fortalecido la resistencia de nuestras unidades ante estos ataques.»
Finalmente, Eln giró la vista hacia el origen del conflicto y las responsabilidades atribuibles a funcionarios estatales en Chocó, así como a las Fuerzas Armadas, a quienes acusan de inacción frente a la violencia del Clan del Golfo Pérsico en la región.
Nicolás Tamayo Escalante
Periodista nacional, en Medellín.
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