Seis personas murieron y al menos 15 resultaron heridas en un brutal ataque armado ocurrido el domingo 12 de octubre en el suroeste de Guayaquil, Ecuador.
Según los primeros hallazgos policiales, el hecho ocurrió en las calles 22 y Cristóbal Colón del partido de Portete durante el campeonato local de fútbol, en el que participaron aproximadamente 150 personas. Los sicarios encapuchados llegaron en dos vehículos y un triciclo desde donde abrieron fuego indiscriminadamente. Se realizaron unos 85 disparos.
Dos de los muertos fueron identificados: Óscar Leonardo González Lindao, de 30 años, y el pastor Enrique Veloz Cáceres, de 48. Los cuatro cuerpos restantes permanecen sin identificar. Entre los heridos se encuentran dos adolescentes, de 14 y 16 años, y un niño de 6 años que sufrió heridas de bala en piernas, costillas y tobillos.
Las autoridades recuperaron en el lugar numerosos casquillos de rifle y pistola (47 casquillos de 9 mm y 38 casquillos de 2,23 mm), así como trozos de tela que pudieron haber pertenecido a los atacantes.
La policía plantea la hipótesis de que bandas criminales realizarán ajustes de cuentas para controlar el microtráfico en la zona, señalando a la organización «Freddy Krueger» como presunto responsable. Hasta el momento, dos personas han sido detenidas en relación con el ataque.
Este episodio profundiza la ola de violencia en Ecuador, donde, a pesar de las duras políticas adoptadas por el gobierno en 2025, el número de homicidios siguió aumentando.