Este lunes 12 de mayo, marca el inicio oficial de la segunda fase del trabajo relacionado con la intervención en la Playa 3, la cual es parte del ambicioso Proyecto de Carta de Protección de Procesos (PPCC) que está siendo gestionado por la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres (Descuento). Durante esta nueva etapa se procederá al cierre temporal de 200 metros lineales de la playa, lo que permitirá llevar a cabo tareas fundamentales para resguardar la costa de la ciudad contra los efectos nocivos de la erosión marítima y el impacto del cambio climático.
Las obras estarán a cargo del Consorcio Proplay, el cual funciona como el contratista del proyecto, y todas las actividades estarán sujetas a una supervisión técnica rigurosa por parte de la UNGD, así como de la oficina asesora para la gestión de riesgos del desastre en Cartagena (OAGRD). Se espera que la intervención en esta sección culmine en julio, y su propósito es fortalecer la infraestructura de defensa costera en un área estratégica de la ciudad.
Intentan recuperar el perfil original del cinturón costero
Bocagrande: Playa 5 forma parte de las obras para la protección costera del Cartagena.
Foto:
Consorcio Proplaya
Dentro de las obras que se ejecutarán se encuentra la construcción de un escoller, una estructura de roca diseñada para desviar la energía de las olas y prevenir el avance del mar hacia la costa; así como el llenado artificial de la playa, cuyo fin es restaurar el perfil original del cinturón costero. Estas acciones constituyen parte de una estrategia integral de adaptación al cambio climático, orientada a proteger no solo la infraestructura turística, sino también a asegurar la estabilidad y bienestar de cientos de familias. Estas familias dependen de las actividades comerciales que se desarrollan a lo largo del litoral.
Este es un proyecto prioritario para Cartagena. Somos conscientes de que el trabajo genera un impacto temporal, pero son esenciales para garantizar un futuro más seguro para todos los residentes y visitantes de la ciudad.
Darwin Chaparro
Coordinador del Proyecto de Protección Costera
Antes de proceder al cierre de la playa, las autoridades llevaron a cabo días de socialización con entidades claves, tales como proveedores informales, arrendatarios, organizadores de tours y residentes locales, quienes fueron informados en detalle sobre el cronograma de actividades, las rutas de acceso habilitadas y los beneficios esperados a mediano y largo plazo. Según datos proporcionados por la UNGRD, este proceso de consulta fue fundamental para minimizar el impacto social durante el desarrollo de los trabajos.
Asimismo, la entidad enfatizó que se han mantenido diálogos constantes con las personas que, previsiblemente, recibirán compensaciones conforme al proyecto. Esto incluye a propietarios de negocios o individuos que verán interrumpida temporalmente su actividad comercial debido al cierre de esta parte de la playa. «Nuestro compromiso es que la intervención se realice con un pleno respeto a la comunidad.» afirmó Chaparro.
Detalles de las obras
Bocagrande playas, protección costera
Foto:
Desbordante
El Proyecto de Protección Costera de Cartagena representa una inversión que supera los 160,000 millones de pesos y abarca más de 4.5 kilómetros de intervenciones entre los sectores de El Laguito e Iribarren, en la parte norte de la ciudad.
Se prevé que gracias a este trabajo, las condiciones del espacio público turístico mejoren notablemente, creando una dinámica económica más sólida y sostenible para la región.
La UNGD hace un llamado a la comunidad y a los visitantes para que respeten las limitaciones temporales de acceso a la playa 3 y sigan las instrucciones de seguridad establecidas por el equipo técnico. Mientras tanto, las autoridades locales seguirán supervisando la evolución del proyecto, garantizando la implementación efectiva de las medidas ambientales y sociales a lo largo de todos los procesos de ejecución.
«Protegemos el presente y sembramos para el futuro. Estos trabajos son la respuesta de Cartagena a los desafíos que plantea el clima y el tiempo.» concluyó Chaparro.