Enric Sitjà Rusiñol
Barcelona (España), 15 de septiembre (Efe) .- El Director del Centro Regional para la Promoción del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), Margarita Cuéllar, advierte en una entrevista con Efe que la «pérdida» del hábito de leer implica perder «la posibilidad de exigir» los derechos.
«El derecho a la lectura es un derecho básico y fundamental, un derecho de los derechos», dice Cuarllar, quien cree que «hablar de pérdida de lectura es hablar de una pérdida de la posibilidad de exigir un derecho».
El autor colombiano, participante del Foro Edita celebrado esta semana en Barcelona, destaca la importancia de los derechos culturales llamados y explica que, en América Latina y el Caribe, «siete de cada 10 niños a la edad de 10 años no entienden lo que leen», como una cierta «iluminación iluminada», un concepto coinado por el filosoferador catalán Marina Garcés.
«Esto es muy significativo, elocuente», dice Cuéllar, de un área «en la que existe una gran pobreza económica, pero también una gran pobreza cultural o capital cultural que no ha sido una prioridad de los gobiernos».
«Disparidad» de las políticas de lectura
De hecho, el director de Cerlalc, organización intergubernamental patrocinada por la UNESCO que trabaja para crear condiciones para el desarrollo de sociedades de lectura y escritura, la radiografía es una «gran disparidad» entre los países latinoamericanos con respecto a las políticas de lectura.
«No es coincidencia que los países que tengan políticas de lectura más fuertes sean los mercados más fuertes, como Argentina, México, Colombia o Brasil», contextualiza.
Para lograr políticas de lectura nuevas y mejoradas en América Latina y la receta del Caribe, Cuéllar, «comparación, análisis y enfoque de las comunidades originales, así como un» trabajo sostenido con el tiempo «y ir» uno por uno «con los países de la región.
También subraya la importancia de las políticas regionales o locales, que pueden ser «más efectivas» que las medidas en la escala estatal porque alcanzan territorios más pequeños, «en el que existe una mayor contención de lo que sucede».
Cuéllar, quien se graduó en literatura en la Universidad de Los Andes y tiene una maestría en estudios de cine para la Universidad de Nueva York, reconoce la tarea del gobierno español en el campo de la lectura y celebra el plan de derechos culturales presentado en julio por el Ministerio de Cultura, que requiere «ejemplo global de lo que debería ser una política de reconocimiento de la diversidad cultural».
«Piensa en colectivo» para regular la IA
El director de Cerlalc está preocupado por la «falta de regulación» de la inteligencia artificial (IA) en América Latina, algo que «puede generar rupturas sociales y culturales».
«Es urgente que los gobiernos establezcan diálogos de cooperación. (…) Deberíamos comenzar a pensar más en el colectivo en la regulación de estas herramientas ”, recomienda.
Si bien reconoce los aspectos «muy poderosos» de la IA, Cuéllar se pregunta qué «voces» y mercados «privilegiarán» si genera literatura.
«En América Latina hay una ebullición de espacios digitales independientes que dan voz a las mujeres afro e indígenas», detalla, aunque advierte que «no podemos competir con un mercado dominado por el tecnología», en el que «algunos tienen el poder de mover esas literaturas a expensas de los pequeños que no pueden ser». Efusión