La mañana en Juan de Acosta parecía tranquila. El sol apenas empezaba a calentar las calles de la ciudad. Distrito de Jorge Eliécer Gaitán cuando Álvaro Arturo Figueroa Castro, conocido por todos como «Álvaro Posada»Pasó unos minutos con alguien que hasta entonces le parecía familiar. Hablaban en casa, tal vez de asuntos cotidianos, y nadie esperaba que este diálogo fuera el comienzo de una tragedia.
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A las 10:30, dos disparos rompieron el silencio. El hombre que estaba sentado frente a Figueroa sacó un arma y le disparó a quemarropa. Dos golpes bastaron para cambiar el escenario: la conversación se convirtió en una historia de terrory la vida del hombre de 57 años comenzó a desvanecerse. Los vecinos escaparon, improvisaron un operativo de rescate en moto y lo trasladaron a la clínica Reina Catalina de Baranoa. Pero la esperanza duró poco: Los médicos confirmaron su muerte unos minutos después.
Los vecinos inmediatamente intentaron ayudarlo. Foto:Redes sociales
¿Por qué alguien que habló con él decidió matarlo? ¿Qué se dijo en esos últimos minutos? Estas son las preguntas que rodean hoy la investigación de la SIJÍN, que Busca pistas entre testimonios y evidencias para determinar el paradero del agresor. El hombre era oriundo de Puerto Colombia y varios de sus amigos expresaron tristeza por este hecho.
Un patrón inquietante: los adultos mayores son el objetivo
Este crimen no es un incidente aislado. En junio pasado, Barranquilla quedó conmocionada asesinato de Porfiria Escorci (80) y Roberto Vásquez (88)Pareja de jubilados sanitarios encontrada muerta en su casa de Altos de Riomar tras regresar de un viaje a Estados Unidos. Hipótesis: ataque brutal. Escena: caos total y huellas de golpes con objetos contundentes.
El Observatorio de Seguridad Ciudadana advierte que los homicidios en Barranquilla y su área metropolitana han aumentado en los últimos años, alcanzando los 16,2 casos por 100.000 habitantes en 2024nivel más alto desde 2016. Aunque la mayoría de las víctimas son jóvenes, las personas mayores no están exentas porque los ataques en sus hogares a menudo con teléfonos móviles baratosson cada vez más visibles.
El hombre era conocido comúnmente como Álvaro Posada y era originario de Puerto Colombia. Foto:Redes sociales
Estos casos ponen de relieve la incómoda realidad de la vulnerabilidad de las personas mayores a la violencia. Según la OMS, una de cada seis personas mayores de 60 años sufre algún tipo de violencia en su entorno social.y en América Latina, el fenómeno se ve exacerbado por factores culturales y la falta de políticas efectivas.
Los expertos señalan que la violencia contra las personas mayores es la última etapa de la cadena de violaciones: abandono, violencia física y mental y explotación económica. La falta de una red de apoyo y la creencia de que son «blancos fáciles» de robo aumentan el riesgo. En Atlántico, donde crece el número de personas mayores, el debate sobre políticas de seguridad y cuidados apenas comienza.
Tercer anciano brutalmente asesinado el último mes en el Atlántico
rutina del 10 de octubre Freda José Torres Díaz61 años, se convirtió en una dolorosa noticia. Anteriormente había dejado su piso del complejo Puerta Dorada para ir a trabajar al centro comercial Portal del Prado. Mientras esperaba el transporte público, fue abordado por un joven armado con un cuchillo que intentó robarle sus pertenencias. Torres resistió y fue apuñalado en el pecho. Aunque fue trasladado a la clínica Abatón, llegó sin signos de vida.
En similares circunstancias fue asesinado Joaquín Enrique Bernal Matute (72). Foto:Redes sociales
He aquí un caso muy parecido al de Álvaro Figueroa. Al día siguiente de la muerte del hombre en Puerta Dorada, el 11 de octubre, Joaquín Enrique Bernal MatuteEl hombre de 72 años fue asesinado frente a su casa en el barrio Tajamar de Soledad. Según el informe policial, Dos hombres se le acercaron y le hablaron brevemente antes de dispararle en el pecho. El crimen ocurrió a plena luz del día, en carrera 14 y calle 45, y dejó más preguntas que respuestas: ¿Qué se dijo en esos segundos previos al ataque? ¿Por qué alguien que habla con su víctima decide matarla? Las autoridades no han aclarado del todo si se trató de un ajuste de cuentas, un robo o un conflicto personal.
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Estos casos, combinados con el asesinato de Álvaro Figueroa en Juan de Acosta, constituyen un patrón memorable en estos tres ancianos asesinados en el último mes en el pabellón. Esto se evidencia en violaciones en situaciones cotidianas, algunas después de intercambiar palabras con los agresores. La violencia no diferencia edades. y abre un debate urgente sobre la protección de quienes deberían vivir sus años en paz.
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