El grupo conocido como «Criminal Company» era, en realidad, una banda que operaba bajo el nombre de «Los Rapidos». Su influencia se extendía por las comunas 1, 5 y 7 en Palmir, Valle del Cauca, donde llevaron a cabo diversas actividades delictivas a gran escala.
¿Cómo funcionó el equipo peligroso?
De acuerdo con el comandante de la policía del Valle, la coronel Sandra Liliana Rodríguez, este equipo delictivo se especializaba en ataques a mano armada utilizando motocicletas. Dentro de su estructura operativa, contaban con «gerentes» encargados de planificar y ejecutar robos, sorprendiendo a sus víctimas en las mencionadas zonas de Palmir.
Tras llevar a cabo sus asaltos, los integrantes de la banda llevaban las motocicletas a talleres donde otros miembros, con conocimientos en mecánica, se encargaban de modificar sus características. Un aspecto notable de esta operación era que cambiaban las placas de las motocicletas; utilizaban pequeños taladros para eliminar la identificación original de los vehículos, con el fin de dificultar su posterior venta en el mercado negro. Sin embargo, «Los Rapidos» lograban restablecer la identificación de las motocicletas para su propio beneficio.
La operación incluía un proceso riguroso donde el área marcada en las motos se trataba con resina, pintando y volviendo a etiquetar las piezas del vehículo, que incluían espejos, carenados, motores y ruedas, lo que permitía una reidentificación efectiva de las unidades robadas.
De esta manera, la Banda Peligrosa robaba motocicletas en el valle Foto:
Una vez completadas las modificaciones, las motocicletas se comercializaban a través de un área de marketing creada por la banda, la cual era responsable de promocionarlas en redes sociales. De manera astuta, a través de estas plataformas, establecieron métodos poco sospechosos para atraer a potenciales compradores, quienes, inconscientemente, estaban adquiriendo vehículos robados.
El modus operandi del equipo fue identificado tras meses de investigaciones por parte de la policía colombiana, específicamente a través de la Sección de Investigaciones Criminales (Sijín). Esto se llevó a cabo en colaboración con la Oficina del Fiscal General y la Alcaldía de Palmir, lo que resultó vital para desmantelar la organización.
Así fue como «Los Rapidos» fueron desarticulados. La policía logró interceptar a ocho individuos gracias a una orden judicial, acusándolos de robo calificado, por la manipulación de documentos y falsedad en documento público, entre otras infracciones.
La operación se llevó a cabo tras realizar diez procedimientos de búsqueda y registro en las comunas 1, 5 y 7 de Palmir, que afectaron directamente esta estructura criminal, según explicó la coronel Rodríguez.
El alcalde de Palmir, Víctor Ramos, se refirió a esta operación diciendo: «Esto que hemos presenciado con respecto a ‘Los Rapidos’ es un claro ejemplo de la efectividad de la coordinación entre nuestra secretaría de seguridad, Sijin y el fiscal».
El presidente también agregó: «No permitiremos que estas pandillas criminales continúen afectando la seguridad y el bienestar de los palmirans. Felicitaciones a nuestras fuerzas de seguridad por este contundente golpe y reiteramos nuestro compromiso con nuestra incansable labor por una Palmir más segura».
El valle de la policía aborda una banda peligrosa que robó bicicletas. Foto:
Las investigaciones indicaron que «Los Rapidos» operaban como una red criminal organizada, cuyo modus operandi estaba centrado en intimidar a sus víctimas con armas de fuego para llevar a cabo los robos de motocicletas, que posteriormente eran legalizadas utilizando documentación falsa que ofrecían en redes sociales a los compradores.
«La operación contra esta banda representa un golpe estratégico en la lucha contra el robo de vehículos en nuestro departamento. Esta estructura combinó violencia armada y fraudes digitales para llevar a cabo sus crímenes. Gracias a esta acción, también logramos esclarecer 10 casos relacionados con falsedad documental», dijo el oficial.
Durante los operativos, se recuperó una motocicleta NKD, y además, se incautaron seis teléfonos móviles y una suma de $4’929,000 pesos en efectivo, considerados como ingresos relacionados con actividades delictivas.
Los individuos capturados fueron interrogados y se inició el proceso legal para formalizar las acusaciones en su contra. Tras la detención de siete de ellos, se implementaron medidas de seguridad preventivas.
Carolina Boorquez
Corresponsal de El Tiempo
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