El gobierno de Ecuador condenó el lunes el presunto intento de asesinato del presidente Daniel Noboa, lo que provocó una ola de respuestas de apoyo de varios gobiernos latinoamericanos. Según información oficial, las autoridades ecuatorianas frustraron un plan para asesinar al presidente durante su visita a la provincia de Manabí.
El Ministerio del Interior dijo que la operación condujo a la captura de varios sospechosos, incluidos presuntos miembros de grupos del crimen organizado vinculados a actividades de narcotráfico. En los allanamientos se confiscaron armas de fuego, explosivos y equipos de comunicaciones que habrían sido utilizados para coordinar el ataque.
Tras conocer la denuncia, los mandatarios y cancillerías de varios países de la región expresaron su solidaridad con Ecuador y condenaron todo intento de violencia política. Los gobiernos de los países vecinos expresaron su apoyo a Noboa y llamaron a garantizar la estabilidad institucional del país en un contexto de creciente incertidumbre.
El presidente Noboa no hizo declaraciones públicas de inmediato, aunque fuentes cercanas al Palacio de Carondelet dijeron que continuaba sus operaciones bajo estrictas medidas de seguridad.
Este evento se produce en medio de una compleja situación interna caracterizada por un aumento de la violencia relacionada con las drogas y las tensiones políticas que enfrenta el gobierno ecuatoriano en su lucha contra el crimen organizado.