El Tribunal Civil de Barranquilla ha tomado una decisión crucial en el contexto educativo y financiero al anunciar un acuerdo de arrendamiento financiero entre Universidad Autónoma del Caribe y Banco Davivienda. Este acuerdo incluye la orden de retorno de cuatro propiedades universitarias a la entidad bancaria debido a la falta de cumplimiento de los pagos acordados en los cánones de arrendamiento.
Según la resolución, que fue conocida en Primicia a través de Zero Zero, se requirió que la universidad devuelva varios activos inmobiliarios claves. Estos incluyen el edificio principal que se encuentra en Carrera 46 No. 88-68, el estacionamiento ubicado en Carrera 49C No. 88-23/41/55, una propiedad en la Calle 88 No. 46-207 y el edificio de posgrado en la Calle 90 No. 46-202. En total, la cantidad de dinero que la institución debe por cánones vencidos y no pagados supera los 5578 millones de pesos, una cifra que resalta la gravedad de la situación financiera que enfrenta la universidad.
El contrato se firmó el 30 de marzo de 2016, estableciendo una tarifa variable a pagar sobre un período programado de diez años, con revisiones cada seis meses. Sin embargo, la universidad ha incumplido obligatoriamente con sus obligaciones, lo cual llevó al juez a ordenar la restitución de los activos en un plazo de cinco días después de la resolución, que también contempla una inspección por parte de la policía general.
Este litigio se originó a raíz del proceso legal que Banco Davivienda inició en el año 2021. El rector de la universidad, Jorge Senior, se pronunció sobre la situación a través de su cuenta en la plataforma X, comentando que: «Aprecio el interés de los periodistas. La primera hora es que tengo una reunión con una oficina legal. Luego emitiré una declaración sobre la situación y parte de la paz. La Universidad Autónoma del Caribe cuenta con una defensa judicial sólida. No habrá entrevistas previas. No violaremos la reserva judicial.»
La Universidad Autónoma del Caribe fue fundada por Mario Ceballos. Foto:UAC
La situación actual ilustra cómo los problemas financieros han oscurecido la reputación de la institución. La universidad, que previamente fue un bastión de educación en la región, ahora se encuentra involucrada en un escándalo relacionado con la malversación de fondos, lo que ha provocado la intervención de dos síndicos y el compromiso de resolver demandas pendientes.
La Universidad Autónoma del Caribe ha sido un pilar fundamental en la educación de la región durante décadas, sin embargo, las deficiencias en la administración pasada han desembocado en una crisis financiera y académica seria. Esta crisis se refleja en la disminución de inscripciones, el retraso en los pagos de salarios a docentes y el incumplimiento de las obligaciones a proveedores.
La decisión judicial subraya la crítica situación financiera de la institución y la urgencia de que se respeten los acuerdos de arrendamiento en el sector educativo.
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