El martes 2 de septiembre, se conmemora el Día Mundial Coco, la fecha que invita a reconocer el significado de la fruta que ha conquistado cocinas, rituales y economías de todo el mundo. Desde agua refrescante hasta aceite nutricional, el coco se ha convertido en un símbolo de versatilidad, salud y tradición.
El evento fue fundado en 2009 por la comunidad asiática y el Coconut Pacific (APCC), en honor a la creación de una agencia en 1969. Hoy, hoy, bajo el nombre de la Comunidad Internacional de Coco (ICC), agrupa los principales países de producción y exportación, promoviendo el cultivo sostenible y el uso integral de la fruta.
Recurso con influencia global
El cultivo de coco se extiende a más de 12 millones de hectáreas en más de 90 países. En 2024, la producción anual superó los 67 mil millones de frutas, con un valor de exportación de casi $ 19,610 millones. Indonesia, Filipinas e India dirigen el mercado, contribuyendo a más de 60 millones de toneladas.
Más del 90 % de la producción mundial está en manos de los Estados miembros de la CPI, lo que refleja la importancia estratégica del coco en las economías tropicales.
Más que un componente: estilo de vida
Coco ha dejado de ser un producto exótico para convertirse en un aliado diario. En la cocina, su carne, leche y aceite le permiten crear desde platos tradicionales hasta recetas modernas. En cosméticos, su uso como crema hidratante, acidez estomacal o repelente natural lo posiciona como un ingrediente multifuncional. Durante la limpieza, aparece en jabones y detergentes biodegradables, fortaleciendo su perfil ecológico.
Su popularidad también reacciona a sus propiedades antimicrobianas, riqueza en grasas saludables y la capacidad de proporcionar gusto sin la necesidad de azúcares adicionales.
Un día para celebrar y amar
Coco del Día Mundial no solo rinde homenaje a millones de productores, sino que también nos recuerda la importancia de introducir innovaciones y protección de recursos que combinan salud, cultura y desarrollo sostenible. Hoy, más que nunca, el coco se confirma como «frutas maravillosas» que merecen celebración con conciencia y creatividad.