‘Adiós al amigo’, el oeste colombiano que trae la guerra de los mil días al presente – Colombia informa

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Carlota Mendoza

Bogotá, 15 de agosto (Efe).- El cineasta colombiano Iván David Gaona acaba de lanzarse en su país ‘Adiós al amigo’, un set occidental en la guerra de los mil días que uno de los episodios más sangrientos en la historia colombiana y la ‘extrapola’ al presente para reflexionar sobre las crecientes revisiones de polarización política y social.

«Era una necesidad, una gracia revisar la historia de nuestro país para comprender el presente (…) Hay una propuesta para que nuestras diferencias sociales y políticas entiendan desde el rincón del mundo del que estamos hablando para enfrentar problemas sociales», dice Gaona en una entrevista con Efe.

La película, que se estrenó a fines del año pasado en el Festival Internacional de Cine de Varsovia y ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Tokio, llegó a los pasillos de cine colombianos el 7 de agosto pasado, día en el que la batalla de Boyacá se conmemora en 1819 logró la independencia del país.

La película cuenta la historia de un soldado revolucionario llamado Alfredo Duarte Amado, quien en 1902 recibe un telegrama con la noticia de que su cuñada está embarazada y convence a un fotógrafo para que lo acompañe a buscar a su hermano en el cañón Chicamocha, en el departamento de Santander.

Ambos emprenden un viaje para buscar al hombre que mató al padre del fotógrafo, justo después del final de la Guerra de los Mil días, un conflicto que entre 1899 y 1902 enfrentó liberales y conservadores colombianos y se considera el más violento en la historia del país.

Resolver el conflicto en la mente

La película trata temas como Honor, Odio y Venganza a través de la amistad entre dos personajes opuestos.

«Algo que parece muy interesante en la vida diaria de nuestros territorios colombianos y latinoamericanos es que hay una enorme incomodidad política, muchas cosas que resolver. La sensación constante de discutir con tus hermanos y tus amigos con una fuerza tan opuesta es la base misma de la película «, dice el cineasta.

Aunque el largometraje se enmarca en un contexto histórico específico, Gaona señala que «tiene licencias interpretativas», incluidas las escenas en blanco y negro en las que el polvo de una semilla induce a los protagonistas a un estado de reflexión.

El director dice que esta idea surgió después de visitar el refugio indígena Caño Mochuelo en el Departamento de Arauca, en el este del país, donde conoció a las comunidades indígenas que realizan rituales con las semillas de los ríos y que consideran que los seres humanos «crean problemas políticos y sociales a través de su ego».

«Parecíamos consistentes con la película de que los problemas se resolvieron en la cabeza de los personajes», agrega.

‘Adiós al amigo’

El cineasta explica que el título de la película es un guiño a los westerns americanos, que generalmente usan las palabras ‘adiós’ y ‘amigo’ en español, pero también es «una revisión de las rurales».

«Mis abuelos y abuelas usaron esa frase. Se escuchó mucho en las carreteras rurales y campesinas en Colombia «, dice Gaona, quien destaca el» sentimiento de amabilidad, respeto y reconocer al otro como un amigo «que caracteriza el campo colombiano.

Entre los referentes cinematográficos de Gaona se encuentran los estadounidenses John Ford y Sam Peckinpah, y especialmente el italiano Sergio Leone para «cómo viajan los personajes a través de la geografía en sus películas».

«Western para mí siempre ha sido un género cercano porque se parece mucho a la forma de relacionarse con las aldeas donde vengo», agrega.

Actores de campo

‘Adiós al amigo’ filmado en el Cañón Chicamocha, donde se originó el director.

«Grabar en el Gran Cañón es como acercarse a una Montaña Madre, que recibe uno con los brazos abiertos, pero pone los desafíos habituales como calor intenso y vientos fuertes», dice.

El cineasta afirma que uno de los principales desafíos en la producción fue «recrear jerga y cómo la gente hablaba» de la época.

Para enfrentar este desafío, se basó en actores naturales de la región de Santander, con orígenes campesinos y con quienes ya había colaborado en proyectos anteriores como en su corto «baile» (2020) o una película «relativa» (2016). Efusión

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