Rodrigo Moya muere, el fotógrafo mexicano que capturó la lucha social latinoamericana – Colombia informa

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp
Crédito: Wikipedia – Rodrigo Moya

Ciudad de México, 1 de agosto (Efe).- El reportero gráfico mexicano de origen colombiano Rodrigo Moya (1934-2025) murió a los 91 años después de haber enfrentado una larga recuperación causada por la cirugía.

Moya murió el miércoles en la calma del sueño mientras estaba en casa, ubicado en el estado mexicano de Morelos, al lado de su familia y esposa, la diseñadora Susan Flaherty, quien lo acompañó en la vida más de 43 años, dijo el jueves el periódico mexicano La Jornada.

El archivo de un talento que retrató honestamente la dura realidad social latinoamericana se extiende a los más de 40,000 negativos, que él y su compañero lo conservaron como si fuera un tesoro, que es, porque dentro de este respiro en imágenes históricas en blanco y negro.

Uno de ellos es el del ‘Melancholic Che’, que fue llevado en 1964 a Ernesto ‘Che’ Guevera (1928-1967) durante el aniversario del triunfo de la Revolución Cubana en La Habana.

Esta foto, que pertenece a una serie de 19 retratos, ha trascendido durante décadas, ya que muestra el símbolo de la izquierda con una postura tensa pero, al mismo tiempo, lejos de las guerrillas.

La huella de Guevara marcó la profesión del mexicano, quien, en su fotografía de «documental y fotoreportista» de texto, dijo que después del asesinato del argentino en Bolivia decidió dejar el fotoperiodismo, ya que su «ingenuo reclamo de fotografiar los actos guerrilleros desapareció con la muerte del comandante» «.

Otro de sus grandes retratos fue el que hizo el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez (1927-2014), a quien capturó en 1966, unos meses antes de que se publicara el libro mítico cien años de soledad.

El artista Diego Rivera e incluso el presidente de los Estados Unidos asesinado en 1963, John F. Kennedy también pasó por el centro de su cámara.

La mirada de Moya se adhirió a la tierra estadounidense al documentar el pasado de los años 50 y finales de los años 60, que ocurrieron por las guerrillas latinoamericanas, como las de Venezuela y Guatemala, así como la Revolución Cubana, la invasión estadounidense de la República Dominicana y los movimientos sociales de 68.

Después de abandonar el periodismo, dirigió la base de la revista técnica de Pesquera, que se dirigió durante 22 años y es casi 30 años después de ganar el premio National Story del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura de Inba con ‘Tales to Read By the Sea’.

El fotógrafo del movimiento social llegó a México con solo dos años, mexicano nacionalizó en 1955 y dejó la carrera de ingeniería en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) para cargar una cámara en su hombro.

En cuanto a su memoria, su hijo, Pablo, le dijo al día que desea ser recordado como un fotógrafo «comprometido con la verdad y la historia».

Mientras que instituciones como el Ministerio de Cultura de México, UNAM, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) y otras han expresado sus condolencias y reconocidas como una «figura clave del fotoperiodismo latinoamericano». Efusión

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp