La música va más allá de simples sonidos y notas. Es, en esencia, un canal inspirador, una chispa de creatividad que permite a los niños conectarse con sus emociones, desarrollar su imaginación y fomentar su pasión por el arte y la cultura. En este sentido, la importancia de la música en la formación integral de los jóvenes es indiscutible, ya que no solo educa sino que también entretiene y une.
El miércoles, 7,000 niños y jóvenes de 16 escuelas del Cesar participaron en la jornada de «Maxicultura», un evento que tuvo lugar en el emblemático coliseo «Julio Monsalvo» de Valledupar, bajo la guía de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (Sayco). Este evento fue una muestra palpable de cómo se puede utilizar la música como una herramienta de desarrollo personal y social.
Este tipo de **iniciativas buscan promover la música como un lenguaje universal**, capaz de conectar diferentes generaciones, territorios y culturas. Durante este emocionante día, los niños tuvieron la oportunidad de explorar 20 estaciones organizadas en tres intervalos de tiempo. En cada estación, los jóvenes se sumergieron en diversas actividades donde pudieron experimentar, tocar y aprender sobre nuevos sonidos y melodías, además de investigar el arte de la composición y profundizar en su identidad cultural.
La cultura musical refleja prácticas, creencias y valores relacionados con la música en la sociedad. Para Sayco, Maxicultura es un medio por el cual la música refleja las tradiciones y la herencia cultural en la comunidad.
Cesar AhumadaSayco Manager
A lo largo de las actividades recreativas, los niños y jóvenes pudieron conectar con la esencia de la música como un idioma que une a diferentes generaciones y territorios. Aprendieron sobre su propia identidad cultural y promovieron valores como el respeto, el civismo y la convivencia a través del arte. Estas interacciones no solo ayudaron a fortalecerse como individuos, sino que también permitieron fomentar una ciudadanía creativa que aboga por la paz y la colaboración.
«Maxultura» en Valledupar Foto:Cortesía
La satisfacción por parte del Consejo de Directores fue evidente, como lo expresó Rafael Manjarrez, presidente de Sayco: «Estamos entusiasmados con esta iniciativa, porque abre las puertas a la imaginación, permitiendo que los niños comprendan el proceso de la composición. Al interactuar con sonidos diferentes, dejan de ver a los artistas y compositores como figuras inalcanzables; estos eventos son una motivación real para todos.»
La dinámica musical permitió a los participantes adentrarse en el vasto universo de la composición, donde pudieron conocer canciones y el trabajo detrás de los compositores. Además, exploraron el proceso creativo que conlleva la producción de un musical.
A través de «Maxicultura», buscamos sensibilizar a las nuevas generaciones sobre los valores cívicos y, al mismo tiempo, fomentar el desarrollo de sus talentos artísticos, y fortalecer la música como una herramienta de transformación social.
Rafael ManjarrezPresidente Sayco
«Maxultura» en Valledupar Foto:Cortesía
Este programa ha tenido un impacto significativo, pues se ha extendido a 20 departamentos del país, sembrando valores ciudadanos a través de la música y visibilizando el trabajo de autores y compositores que colaboran con Sayco. Cada actividad es un pequeño grano de arena en la formación de una generación más consciente y creativa.
Rita Fernández, vicepresidenta de Sayco, también destacó: «Es fundamental que los niños comprendan la importancia de la creatividad como herramienta para construir cultura y asegurar un futuro musical próspero en Colombia.» Todo este esfuerzo se traduce en un futuro más brillante, en el que la música juega un papel crucial en el desarrollo social.